Una gran pérdida para el país
Acudió a la marcha por la Democracia, se le vio contento y emocionado con el ambiente de entusiasmo, respeto y valor de millones de mexicanos en toda la República, luchando por una Patria libre. Al día siguiente la noticia que corrió como pólvora, era imposible de creer: Murió Carlos Urzúa, hombre de reconocida trayectoria e integridad, quien estuvo al frente de la Secretaría de Hacienda al inicio del presente sexenio de López Obrador, renunciando un año más tarde, debido a discrepancias por la forma de llevar éste la economía del país.
La primera declaración oficial de su fallecimiento fue que se resbaló y cayó de unas escaleras, golpeándose en la cabeza. Después los medios publicaron que murió de un infarto al corazón, y por esta razón, cayó por las escaleras. ¿Cuál es la verdad? No se sabe, lo que sí sabemos es que últimamente se había dedicado a investigar algunas anomalías en el actual gobierno.
Por ejemplo, hacía cinco días, que había denunciado una fuga de 50,000 millones de pesos en este sexenio, en las dádivas que el gobierno entrega cada dos meses a los adultos mayores, debido a 600,000 personas que no existen, pero si aparecen en la nómina de prestación de adultos mayores, dentro de la Secretaría del Bienestar. Nadie sabe a dónde fueron a parar estos 50,000 millones de pesos, en el sexenio en el que supuestamente ya no existe la corrupción.
En un trabajo publicado por la revista Nexos, el mismo Carlos Urzúa, en su artículo llamado “El cartucho encendido”, mostró cómo los manejos discrecionales del presupuesto permiten, a través de malabarismos, desaparecer cifras millonarias, utilizando la bandera bastante noble como es la pensión de adultos mayores, que, dicho sea de paso, López indebidamente se adjudica, ya que esta prestación ya existía desde el gobierno de Vicente Fox, no lo otorga el presidente, sale de nuestros impuestos y está en la Constitución.
Según cifras oficiales de CONAPO, existen hoy 10,800 millones de adultos mayores. Sin embargo, la Secretaría del Bienestar otorga pensiones a 11,400 millones de personas en ese rango de edad. La diferencia son las 600,000 personas inexistentes. Estos datos no han sido refutados en alguna mañanera, lo cual no es nada raro, ya sabemos que, cuando no le conviene, el inquilino de palacio, siempre tiene “otros datos”.
A pocos días, surge en redes, otra versión de la muerte de Carlos Urzúa por parte de Guacamaya Leaks, que involucra a miembros de la 4T en la CDMX, hablando de supuesto asesinato, con esta declaración: El cuerpo presentaba señas de tortura, las cámaras “se apagaron” milagrosamente, vecinos ubican masculinos de apariencia militar, buscaban una USB, el cuello estaba roto, lo aventaron como si hubiera resbalado. La orden de parte vino de la Fiscalía de CDMX, y de Martín Batres su actual Regente.
¿Cuál es la verdad? No lo sabemos, su familia no ha querido declarar, lo que se sabe, es que no se consideró hacerle autopsia y que tenía información que se fue con él a su tumba.
Una muestra más de la violencia que como nunca estamos viviendo. Y una gran pérdida para nuestro país. Descanse en paz.
¡Mujer mexicana forja tu Patria!