Cuida a tu familia de los parásitos
Los animales de compañía deben ser desparasitados periódicamente, ya que pueden alojar parásitos internos o externos que pueden afectar su salud y la de su familia humana. La desparasitación tiene como objetivo impedir el contacto de nuestra mascota con el parásito, o eliminarlo en caso de que ya estuviera presente.
PARÁSITOS INTERNOS
Viven en el interior del cuerpo del perro y/o gato, principalmente en los intestinos. Los animales parasitados pueden mostrar o no síntomas de enfermedad. Entre los síntomas habituales se encuentran alteraciones gastrointestinales como vómitos, diarreas, hemorragias; en infestaciones muy severas se podrían producir obstrucciones intestinales, anemias e incluso alteraciones nerviosas. A veces, los huevos de los parásitos son eliminados a través de las heces, y pueden resultar peligrosos al ser ingeridos por humanos o por otros animales, ya que la larva se enquista habitualmente en el hígado, en donde produce graves desórdenes; una razón más que demuestra la gran importancia de la desparasitación interna en nuestros animales de compañía, sobre todo si las mascotas conviven con niños pequeños, los cuales suelen jugar en el suelo o en la tierra, sin lavarse siempre las manos antes de meterlas en la boca.
¿CON QUÉ FRECUENCIA SE DEBE DESPARASITAR A NUESTRO ANIMAL DE COMPAÑÍA?
Será el médico veterinario quien te indique el tratamiento y la frecuencia, que por lo general varía en función del tamaño y la edad del animal; habitualmente la desparasitación se recomienda cada 4 ó 6 meses. Estos productos NO son costosos y son de fácil aplicación. Es muy importante que si hubiera más de una mascota en el hogar se deben desparasitar todas al mismo tiempo.
PARÁSITOS EXTERNOS
Éstos se encuentran de forma visible en el exterior del animal. El más frecuente es la garrapata, la cual se alimenta de la sangre de su huésped al que permanece enganchada mientras se llena. Antes de picar, una garrapata deposita su saliva - con propiedades anestésicas - de tal forma que no ocasiona dolor, pero sí puede producir lo siguiente: • Una o varias lesiones en la piel de tu mascota. • Efectos tóxicos, por la saliva de la garrapata. • Debilitamiento y anemia al consumir la sangre de tu animal de compañía. • Enfermedades tales como: Fiebre manchosa de las montañas rocallosas, enfermedad de Lyme, ehrlichia, babesiosis, etcétera. Para la eliminación de estos parásitos externos, existe una gran variedad de productos en el mercado, y aunque siempre es un buen momento para iniciar un programa de prevención, lo recomendable es hacerlo en el inicio de la primavera, cuando se empieza a sentir un poco el característico calor de nuestra ciudad. Los productos más comunes son los collares garrapaticidas y las pipetas que se distribuyen en la espalda del animal. Por cuanto hace al ambiente, es importante que nuestra vivienda se encuentre limpia y sea fumigada periódicamente. No basta con un collar antigarrapatas, si no fumigamos nuestra casa; tampoco es suficiente que fumiguemos por una sola vez, sino que se requiere ser constantes hasta lograr romper el ciclo de la garrapata. Los animales de compañía no representan ningún peligro para tu familia mientras se encuentren limpios y sanos, una obligación de todo guardián responsable.