Elecciones calientes
No fueron las propuestas, ataques o contra ataques entre los candidatos o candidatas federales que hace más de una semana empezaron el proceso electoral.
No, el ambiente empezó a calentarse en la selección de los candidatos y candidatas que participarán en el proceso electoral local que arrancará hasta abril próximo en Baja California.
En una esquina, en Morena, se dieron a conocer los abanderados y abanderadas a seis de los siete presidencias municipales.
Ni Monserrat Caballero, ni Erick El Terrible Morales, pese a que tuvieron un enfrentamiento de varios meses donde hubo un fuerte derroche de recursos, golpes bajos y muchas maniobras para ser los elegidos, fueron los beneficiados con la candidatura a la alcaldía de Tijuana.
Por lo que causó revuelo inicial la designación de Ismael Burgueño, como el candidato del partido guinda en la vecina y más poblada ciudad de BC.
Su nombramiento inmediatamente generó las reacciones de los contras y las acusaciones no se dejaron esperar.
Número uno, que tenía acusaciones por no haber pagado pensión alimenticia, es decir, era un deudor alimentario.
Número dos, que no era posible que fuera electo como candidato, siendo todavía el dirigente estatal del partido de Morena, con lo cual estaría actuando como juez y parte.
Y por supuesto que no debió haber sido designado, porque no había sido sometido a una encuesta.
Todo fue respondido: el partido guinda contempla asignar candidatos cuando haya resultados cerrados en encuestas; además no impide a dirigentes participar para una candidatura y se informó que había resuelto la demanda interpuesta en su contra por ser deudor alimentario, hace nueve años.
Se olía una posible ruptura de Morena en Tijuana. El ambiente estaba caliente.
La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda respaldaba las designaciones a las candidaturas de las alcaldías realizadas por Morena.
Pero la reacción furibunda de Monserrat Caballero no tardaba en sentirse, las amenazas y anuncios de impugnaciones llegaron.
Y no era para menos, la aún alcaldesa se quedaba fuera de la candidatura y quizá de la posibilidad de reelegirse.
Pero no pasaron ni 24 horas de realizadas las amenazas cuando Caballero anunció que no impugnaría el proceso interno ni la designación de Burgueño como candidato a la alcaldía tijuanense.
Muchas dudas se desprendieron por esta rápida declinación de Monserrat. Iban desde ofrecimientos de una candidatura federal, pasando por investigaciones que se estarían haciendo de sus principales colaboradores, una tregua sugerida en el centro del país, hasta nexos con el ex gobernador Bonilla y un eventual abanderamiento a la alcaldía de Tijuana por parte del PT.
Aún quedan las dudas y sobre todo las consecuencias que podría acarrear dejar fuera de la contienda a Monserrat.
Pero del lado de la oposición en Mexicali, en la Alianza del PAN y PRI, también surgieron problemas, luego de que en sesión celebrada el viernes 8 de marzo los consejeros nacionales del INE determinaran negarle la posibilidad de registro como candidato a la alcaldía de Mexicali a Francisco Fiorentini Cañedo, acusado de omisión de gastos de pre campaña, por la posible pauta de un video en redes sociales. donde “se registra como precandidato”, cuando menos eso trascendió.
En la sesión del viernes los consejeros nacionales del INE argumentaron que el PAN de Baja California incumplió con la obligación de proveer información de los gastos realizados.
Por supuesto que la gente que apoya al empresario y ex dirigente de Coparmex Mexicali también señala que el gobierno estatal y municipal emanados de Morena lo quieren sacar, por miedo, de esta contienda.
Moviendo influencias con los consejeros nacionales del INE, organismo que por cierto, no ha sido afín al partido en el gobierno.
Dos momentos, dos descalabros con sus futuras consecuencias.
Hagan sus apuestas señores y señoras.
La verdad sea dicha