Otras referencias que no cuadran
Una semana antes comenté acerca de altibajos en los registros de empleo en el último trimestre del 2023 y en los primeros dos meses de este año. En lo general concluí que la contratación obedece a lo cíclico que son los negocios y además por temporadas como fin de año sus ventas y producción. Características tanto en el país y sectores en general, como en Baja California como es nuestro caso.
Avisaba que el tema de empresas también se abordaría. Comienzo con lo señalado por el presidente de estudios económicos (CEEBC) en el sentido de que en los últimos dos años en el estado se habían cerrado poco más de 18 mil 600 empresas en el sector formal, según datos del Seguro Social, lo que es preocupante porque lo vincula con problemas de inestabilidad, sobre todo en el sector de inversión extranjera, porque no hay infraestructura y no se cuenta con políticas que promuevan el crecimiento económico que apoyen a las empresas.
Hay datos que me sorprenden porque, dependiendo como se interpreten, pueden causar mayor inquietud. El representante del CEEBC también mencionó que tan sólo el año pasado fueron 9 mil 197 empresas formales las que cerraron (la segunda cifra más alta en los últimos catorce años) y en el año 2022 cerraron 9 mil 440. Pero hay más cifras que prenden el semáforo en amarillo teniendo a rojo. Dice que según el Registro Nacional de Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía, hasta el tercer trimestre del año pasado habían salido del estado unos 810 millones de dólares de inversión extranjera: significa que en lugar de estar siendo atractivos en la captación y en el nearshoring, algo se está haciendo mal en la promoción para atraer nuevas empresas y ampliar los procesos de plantas ya instaladas; va más allá, estaríamos dejando de ser atractivos, frente a ciudades y estados de la frontera norte o incluso del centro y Bajío. La relocalización o nearshoring no estaría siendo una realidad en nuestro estado.
Una declaración de hace un tiempo se une al escepticismo. Me refiero a que hacia agosto del 2022, el secretario de Economía e Innovación de Baja California señalaba que al menos 100 empresas hacían fila para invertir en Baja California por el ‘nearshoring’. Desconozco como quedó la cifra al cierre del año pasado o incluso me gustaría conocer el nombre de esa centena de firmas y en que sectores están desempeñándose, porque sería importante vincularlas a las manufactureras de exportación para ver si es posible sumar alianzas y estrategias de proveeduría, por ejemplo.
Como no puedo quedarme con los datos generales, retomo los relacionados con las IMMEX, tanto en Mexicali como en Baja California. En nuestra ciudad había 144, 146 y 147 establecimientos manufactureros respectivamente en los años 2021, 2022 y 2023; en todo el estado existían igualmente 928, 921 y 933 en cada año. Si tomo a Tijuana como otro referente al ser la ciudad más grande del estado, tampoco sus daros son muy variantes: 600, 595 y 607 establecimientos IMMEX manufactureros en los tres años de referencia. Significa, como una primera conclusión, que somos un sector estable, con mínimos cierres de empresas, efecto contrario en el resto de las actividades como las comerciales y los de servicios.
Termino como empecé estos dos últimos artículos: no me gusta ser alarmista, pero hay datos y señales que no cuadran.