Displasia de cadera
La displasia de cadera es un padecimiento que se presenta cuando la articulación de la cadera presenta un deficiente engranaje entre sus dos estructuras anatómicas: la cabeza del fémur y el espacio en el que debe encajar, denominado acetábulo. En consecuencia, la cadera es inestable, débil, y tiende a luxarse parcialmente, ocasionando dolor, dificultad en los movimientos, micro fracturas, daño en el cartílago articular y deterioro muscular.
Este padecimiento afecta principalmente a los perros de tamaño grande o de rápido crecimiento. Con esto último nos referimos a aquellos que por una inadecuada alimentación durante su etapa de cachorros (dieta rica en calorías o exceso de calcio) crecieron rápido y desproporcionadamente, sin que sus huesos y articulaciones se fortalecieran lo suficiente para soportar el peso de su cuerpo.
Este padecimiento puede ser hereditario y es degenerativo, es decir, los síntomas de la enfermedad aparecen conforme avanza el crecimiento del animal. Ahora bien, el desarrollo de la enfermedad puede retrasarse o acelerarse debido a ciertos factores:
• ALIMENTACIÓN. La cadera es una estructura ósea que le permite al perro resistir el peso del cuerpo, por lo que la obesidad - además de ser un problema de salud por sí mismo - se puede convertir en una complicación. Es por tal razón que una vez más te recordamos cuán importante es mantener a tu mascota en su peso ideal.
• AMBIENTE. No debes olvidar proveer a tu mascota de un lugar para descansar acolchonado y con una temperatura agradable, pues un ambiente frío no ayuda a la movilidad de los huesos.
¿CÓMO MANIFIESTA TU ANIMAL DE COMPAÑÍA ESTA ENFERMEDAD?
Si en lugar de correr opta por saltar, si presenta dificultad para emprender la marcha, si tiene complicaciones para levantarse, si muestra cojera, o rechaza realizar actividades que antes disfrutaba hacer; si camina con sus patas traseras al mismo tiempo (como conejito) para aliviar la presión sobre la articulación débil, si notas su espalda curva, debido a que tu perro intenta soportar su peso sobre las patas delanteras; y si manifiesta dolor al tocar su cadera o patas traseras.
Los síntomas suelen ser más intensos y evidentes a medida que el perro madura y sus caderas se deterioran, por lo que resulta de gran importancia que al advertir cualquiera de las señales arriba indicadas, acudas con tu médico veterinario, quien tras una revisión, probablemente aconsejará tomarle radiografías para sustentar su diagnóstico.
El dolor ocasionado por este padecimiento en un estado avanzado es tan intenso que puede incapacitar a nuestra mascota. Si bien la displasia de cadera no tiene cura, existen tratamientos que alivian el dolor y garantizan una vida de calidad en el paciente. Cada paciente es diferente, y por lo tanto su umbral del dolor es distinto. Por la misma situación, el tratamiento puede variar en cada caso, desde el uso de medicamentos antiinflamatorios, retardadores o inhibidores de la degradación de los cartílagos, hasta la terapia física o intervención quirúrgica, entre otros.