¿Qué hicieron los científicos durante el eclipse?
Como saben, la mañana del pasado 8 de abril ocurrió un eclipse total de sol que tocó tierra en suelo mexicano. Este evento astronómico despertó la curiosidad de todos los sectores de la población en México, Estados Unidos, y Canadá. Sin embargo, me parece que el sector poblacional más curioso y que más recursos puso para este viaje es el científico. Hay que recordar que gracias a un eclipse total de Sol se probó la hipótesis de la relatividad general de Einstein, utilizando la técnica de astrometría que mide la posición de los astros en el cielo, se logró determinar un cambio aparente en las coordenadas de una estrella que estaba angularmente cercana al Sol y sólo podría apreciarse durante un eclipse total. Hasta nuestros días estos eventos poco comunes permiten llevar a cabo mediciones únicas, ya sea para probar hipótesis o para medir cómo varían ciertas propiedades bajo las condiciones únicas de oscuridad y gravedad que se dan en un eclipse. En esta ocasión me tocó viajar a la ciudad de Mazatlán, Sinaloa, con motivo del eclipse, pude saludar a varios colegas mexicanos y extranjeros, además de conocer sus expectativas para las diferentes observaciones. Antes de pasar a la descripción de algunos de los experimentos que tuve oportunidad de ver, me parece importante dejar claro al lector que cuando los científicos hacemos un viaje como este, es regularmente para trabajar en algún proyecto que tiene potencial de generar ciencia, por lo cual hay que justificar cuidadosamente la inversión de recursos. El estado del tiempo siempre condiciona los resultados de las observaciones, estuvo seminublado y esto afectó a todas aquellas investigaciones que se basaron en fotografiar el eclipse. Dicho lo anterior, a continuación describo los experimentos que a mi parecer fueron los más interesantes. Orografía lunar, corona solar, astrometría de alta precisión, cometa Pons Brook. Todas estas observaciones se basan en la imagen directa, por lo cual fueron bastante afectadas por las nubes. Las “perlas” de Baily, se observan justo antes de la totalidad y pueden ayudar a deducir el perfil de la superficie lunar cuando los rayos del sol pasan tangencialmente. La corona del sol es espectacular y solo durante los eclipses totales puede apreciarse con detalle suficiente para ver los filamentos que la componen. Medir con alta precisión el tiempo en el cual se produce el eclipse ayuda a determinar más precisamente la posición de los astros en el cielo. Un atractivo extra era tratar de ver el cometa 12P que se está acercando al sol y por tal causa podría haber sido fotografiado durante el eclipse. Mareas terrestres. Utilizando GPS de alta precisión y medidores de campo eléctrico en la superficie terrestre se puede medir cuánto se deforma la corteza por efectos de la gravedad, de la misma manera que lo hace el agua. Es algo bastante interesante porque la idea del suelo sólido es algo natural, pero la realidad es que el suelo se comporta como un fluido. Una vez que el Sol y la Luna se alinean como en un eclipse el tirón gravitacional es máximo sobre la superficie, en algunos casos esta deformación es hasta de 2 m, aunque en general ronda los 60 cm. Clima espacial. El Sol es generador de vientos y precipitaciones en el espacio de la misma manera que contribuye a hacerlo en la superficie terrestre, por eso llamamos a esta disciplina clima espacial. En la atmósfera alta, (desde los 80 km) la radiación solar y las partículas que la acompañan interactúan con la atmósfera, en particular la radiación de altas energías como los rayos X y UV producen ionización dejando una gran cantidad de electrones libres organizados en capas en la atmósfera, a esto llamamos ionósfera. Estos electrones absorben o reflejan las ondas de radio y por lo tanto la estabilidad de la ionosfera es crucial para las telecomunicaciones, los GPSs y las ondas milimétricas son particularmente afectadas. En este experimento se instalan antenas para emitir y recibir señales de radio desde los 2 hasta los 30 MHz, lo cual permite visualizar las capas de la ionósfera. Las antenas se distribuyeron así: dos en Mazatlán Sin., una en Comitán Chi., y otra más en Iturbide N. L. Pero para que exista la ionósfera, el Sol tiene que estar radiando sobre la atmósfera y durante un eclipse total esta radiación baja muchísimo generando comportamientos dinámicos muy interesantes, estos se producen localmente pero luego afectan globalmente. Este es el experimento en el que vine a participar. De entrada tenemos datos muy interesantes que pronto publicaremos para entender mejor los procesos ionosféricos y ayudar a salvaguardar la integridad de las telecomunicaciones en nuestro país. De cualquier manera vale la pena interrumpir toda actividad para voltear, con la debida protección, al cielo y disfrutar de este espectáculo que nos ofrece la naturaleza, y así lo hice yo también. Felicidades a todos los que pudieron apreciar este hermoso evento.