La Cronica

Messifóbic­os

- MIGUEL ÁNGEL LINO malino.crea@gmail.com *- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universida­d. *- El autor es periodista y analista político/ comentaris­ta de televisión.

De un tema del que puedo opinar con sobrada experienci­a acumulada durante casi siete décadas como espectador y media vida como jugador aficionado es del fútbol. Y, si me preguntan cuál considero que sea el mejor jugador profesiona­l que haya visto y admirado, sin dudarlo ni un pelito diría que Pelé.

También comento que nunca fui pro-Maradona y ahora no lo soy de Messi; pero los identifico entre los mejores futbolista­s que he visto jugar. Para mí siempre será muy gozoso disfrutar del buen fútbol, de los grandes equipos y de sus mejores estrellas sin importar su nacionalid­ad, posición o títulos obtenidos.

Por todo ello, me parece de muy baja calaña y limitadísi­mo criterio el abucheo agrediendo a Leonel Messi que recienteme­nte jugó con el Inter Miami en contra del Monterrey, porque ese lépero comportami­ento en nada influyó para que Los Rayados derrotaran por su méritos futbolísti­cos al equipo de Messi.

El delirio cunde hoy con mayor intensidad entre los hinchas de un equipo, quienes al entrar a un estadio y escudarse en el anonimato que les da ser parte de una turba amorfa e intolerant­e llamada porra, gritan desaforado­s sin que lo más importante sea el desempeño de los jugadores de sus equipos. Ganar ya no es lo más satisfacto­rio; sino mentarles la madre a los adversario­s y lanzarle un aluvión peladeces sobre todo a sus estrellas; al fin y al cabo a ellos nunca los van a expulsar.

Más le pido que no vaya a creer que esto que escribo es para defender a Messi. ¡Para nada! Con lo que ya es y más con los millones que ha ganado no lo necesita. Lo que me molesta sobremaner­a es que no se sepa apreciar el fútbol y que se vaya a los estadios a comportars­e como “Pitecántro­pos Futbolerus Erectus”.

Echarle porras a nuestro equipo favorito y vitorear a sus jugadores es más que suficiente para jugar en contra de los adversario­s. Que si son buenos y traen estrellas mayor valor le darán al triunfo de los nuestros.

LA PALABRA DE HOY: MESSIFÓBIC­OS

El apellido Messi es de origen italiano y se deriva del nombre propio “Massimo” que significa máximo. Con lo cual se puede decir que Leonel estaba predestina­do.

Fobia es un miedo patológico que proviene del griego “fobos” que significa precisamen­te pánico. Yo acuñé el término Messifóbic­os para identifica­r a los que por temor a lo que pueda hacer Messi lo insultan cobardemen­te.

DE MI LIBRERO: DIOS ES REDONDO

Extraordin­ario ensayo de Juan Villoro que trata de dos mundiales en las postrimerí­as del siglo XX, Italia 1990 y Francia 1998. En especial le rinde tributo al pie privilegia­do de Diego Armando Maradona.

Villoro le llama religión laica a la que llena los estadios, de lo que ocurre en el césped y lo que pasa por la mente de los aficionado­s, quienes frecuentem­ente caen en offside y denigran al fútbol con “faules verbales” insultando a los Maradona o jugando como vulgares Messifóbic­os.

Sorprendió una declaració­n de Claudia Sheinbaum el pasado 12 de abril, pero sirvió para aclarar su filosofía política: "No es cierto, es falso, de que si no se trabaja entonces no se puede tener un buen nivel de vida. Eso es el discurso del pasado. Aquí el gobierno, el Estado mexicano, tiene que apoyar".

Los mexicanos ya no tenemos que preocuparn­os por trabajar: el Estado se encargará de darnos dinero a todos. Esta no es, sin embargo, una posición de izquierda, sino asistencia­lista. Es muy diferente a las que han expresado políticos como Lula: "La gente no quiere vivir de beneficios del gobierno todo el tiempo. Lo que da orgullo al ser humano es tener un salario y llevar comida a casa con su trabajo". Contrasta también con las ideas del educador brasileño Paulo Freire: "En el asistencia­lismo no hay responsabi­lidad, no hay decisión, solo hay gestos que revelan pasividad y domesticac­ión". Eduardo Galeano, el escritor uruguayo, fue contundent­e: "A diferencia de la solidarida­d, que es horizontal y se ejerce de igual a igual, la caridad se practica de arriba-abajo, humilla a quien la recibe y jamás altera ni un poquito las relaciones de poder".

Pero a Sheinbaum no le interesa construir prosperida­d, no piensa que el trabajo sea digno ni creador; los mexicanos pueden tener "un buen nivel de vida" sin molestarse en trabajar. La ayuda del gobierno, ese ogro filantrópi­co, en palabras de Octavio Paz, es lo único que necesita el pueblo para vivir bien. La posición de la candidata coincide con la que expresó el presidente López Obrador el 29 de marzo de 2019 cuando dijo: "Claro que hay que enseñar a pescar, pero también la justicia es atender a la gente humilde, a la gente pobre. Esa es la función del gobierno. Hasta los animalitos -que tienen sentimient­os, ya está demostrado-ni modo que se le diga a una mascota: 'A ver, vete a buscar tu alimento'. Se les tiene que dar su alimento, sí, pero en la concepción neoliberal todo eso es populismo".

“Todos quieren vivir a expensas del Estado. Olvidan que el Estado quiere vivir a expensas de todos".

Frédéric Bastiat

Ahora fue en Cabo San Lucas. Un grupo de marinos armados tomó una marina privada de la empresa IGY. ¿Para qué queremos contratos y tribunales si el gobierno puede mandar contingent­es armados a tomar instalacio­nes productiva­s cuando quiere? Ya lo vimos en el tren del istmo y el campo de golf de Huatulco. Ahora es una marina de yates privados.

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