¡En fermos!
Ocho reos con problemas mentales
Hospital mental sobre saturado para los pacientes
Son más de ocho reclusos los que atraviesan por problemas mentales severos y son atendidos directamente por el Hospital Psiquiátrico de Campeche, donde enfrentan su proceso penal, fuera de los separos del Cereso de San Francisco Kobén. Saúl Arroyo Rodríguez, director del hospital mental, reconoció que debido a que el lugar se encuentra saturado, en su máximo límite de capacidad, se ha entablado diálogos con el jurídico de la Secretaría de Salud para buscar la maneras de eficientes y especializar la Unidad de Salud Mental del presidiario y que desde ahí se les brinde la atención necesaria a los reos con problemas psiquiátricos.
Sin embargo, puntualizó que existe una ley que establece que todo paciente que comete un delito, y no cuenta con la facultad óptima mental, tiene que ser protegido y privilegiado en sus derechos humanos, lo que contempla que deben llevar tratamiento oportuno en un lugar específico para ser atendido según sus deficiencias, y no enfrentar su pena en Cereso como particularmente cualquier reo lo hace. Los reclusos internados en el Psiquiátrico son inimputables, pues se encuentran eximidos de responsabilidad penal, es decir, no podrán ser castigados bajo la misma legislación que cualquier otra persona que no presenta trastornos mentales, pues ellos no tienen la capacidad de juicio ni de razonar sobre el delito cometido.
El funcionario enfatizó que para declararlos no aptos a enfrentar una pena tras las rejas se tienen que desarrollar una serie de estudios para determinar el estatus psiquiátrico de un reo. La mayoría de los delitos por los que son inculpados son menores, pues en varias ocasiones se les acusa de allanamiento de morada, pues al no tener conciencia entran a tiendas o domicilios particulares; en su caso también son señalados por robo menor o agresiones. Arroyo Rodríguez confirmó que al interior del Penal de San Francisco Kobén existen presidiarios que por cuestión de espacio no llevan un tratamiento psiquiátrico adecuado y sólo son atendidos desde la unidad de Salud mental. Aclaró que en su mayoría estos pacientes son reformados y rehabilitados para ser reintegrados a la sociedad, bajo el compromiso de sus tutores o familiares para darle continuidad al diagnóstico farmacológico; insistió que en su mayoría no son delitos graves.
“Ahí, nosotros nos encargamos de informarle al juez en un período mensualmente o trimestral dándoles un reporte de como está el paciente, hay quienes regresarán al Cereso a enfrentar su pena o en su mayoría son devueltos a los propios familiares, otros, no es que su condena este en el psiquiátrico, muchos de esos pacientes, es por que ya no tienen familiares, ni nadie que responda por ellos”, finalizó Arroyo Rodríguez