Merece igualdad de oportunidades
Mariana Solís: “Me gusta el comercio y sólo pido respeto para realizar mi oficio con dignidad”
Madre de cuatro hijos, a sus 35 años la campechana Mariana Solís es una mujer que se dedica al comercio en las calles de la capital de la entidad, por amor a su profesión como: pregonera de Campeche.
Día con día, no importando la condición climatológica y sea cual sea la fruta que esté de temporada; Mariana Solís ofrece a sus clientes el auténtico sabor de la región, con productos locales. Aprovechando la temporada de huaya, la comerciante informal estibaba su mercancía con la esperanza de vender todo para proveer para el sustento de su hogar. “Soy comerciante, termina la huaya y sigo vendiendo la fruta que haya de temporada, jícama, mango, ciruela. Desde los 13 años comencé a vender porque mi mamá me enseñó, ella igual es comerciante. Ya sabemos cómo ganarnos el pan de cada día. Trabajo porque me gusta, ya me acostumbré, me gusta mi trabajo”, afirmó Mariana Solís.
Desde muy pequeña Mariana fue instruida en un oficio digno y a pesar de los voluminosos costales y las pesadas cargas que implique la labor, aseguró estar acostumbrada al esfuerzo físico que conlleva su profesión. Aunque la situación económica actual no reporta los mismo ingresos que en años pasados, el empeño y la constancia son siempre aplicados por esta valiente mujer.
De piel canela, por los abrasadores rayos del sol con los que tiene que lidiar diariamente, Mariana Solís indicó que lo único que la acongoja es la persecución de las autoridades para quitarle su mercancía. “Está baja la venta ahorita, más que la verdad. También el Ayuntamiento no te deja vender, te empiezan a estar molestando y tienes que estar de aquí para allá”, abundó. Después del reconocimiento de Campeche como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la tierra del pregonero ha cambiado su lema por la cacería de estos insignes ciudadanos quienes diariamente ofrecen sus productos 100% regionales bajo la clandestinidad, por el temor a ser multados o peor aún, que les arrebaten su pequeña capital. Por otra parte, la comerciante refirió que jamás se detendrá en avanzar pues tiene su esperanza fija hacia un mejor mañana, con la misma valentía de siempre para superarse más. De igual modo, hizo un exhorto a las autoridades locales para resolver la crítica situación de los ambulantes, teniendo que en cuenta que el comercio es un legado histórico. “Sólo les pediría a las autoridades que nos dejen vender, a mí me gusta el comercio, no sé porque las autoridades no nos dejan vender, tenemos que andar de aquí para allá y es pesado. Ellos tienen un puesto, estudiaron, pero no todos tuvimos la suerte de estudiar; ahorita hay más oportunidades, sí es cierto, pero este es mi trabajo y me gusta. Sólo les pediría que nos dejen trabajar porque el pregonero es el que da vida a Campeche y ya se está acabando todo eso, ellos mismos lo están haciendo”, terminó la pregonera Mariana Solís.