¿Qué hacer con los niños mimados?
En el esfuerzo de muchos padres por mimar a sus hijos, a menudo olvidan que su función principal es prepararles para el mundo real fuera del entorno familiar, manteniéndoles sanos y salvos y asegurandose de que adquieren las conductas sociales adecuadas para fomentar su autonomía a medida que se vayan acercando a la edad adulta.
Si estos mimos a los niños se dan de forma exagerada y constante, convertiremos a nuestros hijos en lo que se conoce como niños mimados y acabarán siendo niños tiranos. Son esos niños que se creen el centro del mundo, que reclaman mucha atención o que no les importa cómo sus acciones afectan a los demás. ¿Cómo son los niños mimados?
—Exigen mucha atención, de sus padres y del mundo, cuando más se les da, más reclaman.
—No pueden ni quieren ver que sus conductas afectan a los demás.
—Tienen una baja tolerancia a la incomodidad. —Desarrollan escasos recursos para resolver problemas o afrontar experiencias negativas. —Culpan a los demás de lo que hacen y esperan a que les solucionen sus problemas.
—Les cuesta sentir culpa o remordimiento. —Les cuesta adaptarse fuera de su familia.
—Se sienten siempre tristes, enfadados y ansiosos. ¿Cómo tratar a los niños mimados?
—Con su educación hay que ser tolerante, pero hay que poner límites a sus actitudes y conductas cuando estas son inapropiadas.
—El exceso de mimo es tan perjudicial como un exceso de autoridad con el niño.
—Evitar la sobreprotección a los niños, los más pequeños han de poder evolucionar y experimentar y no crearles una burbuja a su alrededor.
—El mando en la familia lo han de llevar los padres, no el niño. La estructura de la familia es fundamental.