Imponente
El partenón de libros, contra la censura
Luego de contemplarla un largo rato de pie, dos monjes budistas se sientan en el césped y a la sombra, justo enfrente de la imponente construcción que concentra la atención de cualquiera que circule por la Friedrichplatz, de Kassel, Alemania. Mientras esto sucede, prácticamente no hay paseante que no enfoque hacia allí su celular al tiempo que fotógrafos y cámaras de todo el mundo apuntan hacia la estructura metálica de 70 metros de largo, 30 de ancho y 19 de alto, integrada por 48 columnas que albergarán más de 100 mil ejemplares de libros, aunque no de cualquier libro, sino de aquellos que fueron censurados en algún momento de la historia.
El “Partenón de libros prohibidos” que poco a poco toma la forma ideada por la artista argentina Marta Minujín, no es solo imponente: es dramático, original y cuando se entiende un poco hacia dónde apunta su creadora, curiosamente es optimista. Es, también y sobre todo, la estrella de esta nueva edición, la número 14 de la muestra de arte contemporáneo “Documenta”, que fue inagurada ayer y que permanecerá abierta hasta el 17 de septiembre. Cuando la instalación se desarme todos estos libros que están protegidos por bolsas plásticas e impermeables para evitar que se dañen, serán distribuidos en refugios de migrantes y bibliotecas públicas de toda Europa, una decisión que cierra el círculo abierto con la idea de mostrar lo que otros quisieron hacer desaparecer a través de censuras e incluso quemas masivas de ejemplares en ese mismo lugar por parte de nazis en 1933.
“La censura, la persecución de escritores y la prohibición de sus textos motivadas por intereses políticos y el intento de influir en nuestro pensamiento, nuestras ideas y nuestros cuerpos, están nuevamente extendidos en el mundo. El Partenón de libros marca un ejemplo contra la violencia, la discriminación y la intolerancia”: así describió la obra de Minujín el polaco Adam Szymczyk (1970), director artístico de “Documenta”.