Valentía y esfuerz o

Elizabeth Martín H.: “Mi meta es que mis hijas se superen”

“¿Compra huaya?, ¿Compra huaya?”, gritaban tiernamente en las calles de la ciudad amurallada las pregoneras Elizabeth y Marina, de 36 y 6 años de edad respectivamente, con la intención de terminar la venta y retornar al hogar. Originarias de la localidad de Pomuch, situada a más de 50 kilómetros de la capital del Estado, Elizabeth eventualmente se dedica al comercio de frutas de temporada para el sustento del hogar, así como de otros productos.

“De la venta que empezamos a las nueve de la mañana sólo sale para la comida. Mi hija menor me acompaña nada más los días que no tiene clase. Vendemos frutas y otros alimentos que se cultivan en el pueblo como elote, frijol, lo que haya. De aquí nos quitamos a las 2 o 3 de la tarde”, refirió entre el cansancio y el bochorno del medio día. Progenitora de tres hijas y madre soltera; Elizabeth Martín se despoja de la comodidad de su hogar para recorrer las calles de la ciudad de Campeche, confiando en que le irá mejor que el día anterior; tal como lo ha hecho durante siete años.

“Los primeros meses que me quedé sola sí lo vi duro porque estaban más pequeñas mis hijas. Ahorita, gracias a Dios me defiendo un poquito”, explicó. De igual modo, aseguró que en su pueblo natal labora en todo cuanto puede para dar estudio y bienestar a las integrantes de su hogar. Abundó que continuará esforzándose para cristalizar su meta.

“Mi metas es que mis hijas estudien, que se preparen, que sean alguien en la vida aunque sea con una carrera pequeñita, pero que no sean como yo porque la verdad, es una vida de sufrimiento. Es el sueño que tengo a favor de mis hijas y no para mí. Con el tiempo algún día me lo agradecerán”, terminó Elizabeth Martín.