¡Campeón!
Alemania “B” pudo más que Chile “A”. En un preámbulo de lo que parece ser otra gran camada de futbolistas, una oportunista y joven selección alemana superó ayer 1-0 a Chile y alzó el título de la Copa Confederaciones. El campeón de Sudamérica, un equipo con mucho más colmillo y cohesión, buscaba su tercer título consecutivo luego de ganar la Copa América en 2015 y 2016, pero un descuido de Marcelo Díaz fue suficiente para que Lars Stindl anotara el gol germano a los 20 minutos en una de las pocas llegadas de los campeones del mundo. Los alemanes aterrizaron en la Confederaciones con un enorme signo de interrogación, ya que el técnico Joachim Loew decidió no convocar a las figuras que ganaron el Mundial de 2014 y trajo a Rusia a un grupo con un promedio de 17 partidos con la selección. En cambio,
los jugadores chilenos promedian 85 encuentros con la Roja. Esa diferencia fue evidente en las acciones en la cancha, aunque no en el marcador final. “Nos vamos con las manos vacías, pero dimos todo en un gran partido”, comentó a pie de cancha el capitán y portero de Chile, Claudio Bravo. “La diferencia no fue lo que se mostró en el partido”. Fiel a su estilo de siempre, Chile presionó la salida alemana desde el principio y desestabilizó a un grupo en el que Stindl, con 29 años, era el único titular nacido antes de 1990. Julian Draxler, el capitán de Alemania y ganador del Balón de Oro al mejor jugador del torneo, es uno de varios integrantes de este plantel que seguramente regresará a Rusia el próximo año para la defensa del título mundial. Werner, Leon Goretzka y Joshua Kimmich, todos menores de 23 años, también podrían formar parte del recambio alemán.
Como si fuera poco haber ganado la Confederaciones con un equipo con una edad promedio de menos de 25 años, Alemania acaba de conquistar el campeonato europeo sub21 ante España.