La i Campeche

Carta Suicida

-

Si estás leyendo esto significar­á que ya no existo. Hoy, día 29 de noviembre de 2009, Domingo, a las 3:00 horas, he decidido por voluntad propia y sin ninguna clase de coacción externa, poner fín a mi vida, y lo hago siendo plenamente consciente de que lo que me espera al otro lado no es sino el vacío más absoluto, la nada, la no existencia. La sola idea hace que mi pulso se acelere y la sangre se me congele en el pecho. Ni siquiera en estos momentos soy capaz de levantar la mirada ante semejante visión y no estremecer­me de terror, pero la idea de permancer un minuto más en este mundo es aún peor. Un mundo salvaje, egoísta y cruel, y lo que es aún peor, hipócrita, un mundo del que reniego y al que no quiero pertenecer. No, ya no. Fui un iluso durante todos estos años al pensar que exitiría un papel para mi en esta pantomima, en este esperpento ridículo de sociedad, que finalmente encontrarí­a mi lugar en el mundo, que lograría alzarme victorioso y alcanzar la meta para la que nací y para la que he estado preparando­me durante toda mi miserable existencia. ¡Mierda!

Abrí mi corazón de par en par, dejé que tomaran todo cuanto quisieran hasta que me dejaron sin nada. He dedicado mi vida por entero a los demás sin preocuparm­e por mi propia felicidad, he dado todo lo que tenía y más, pero a cambio sólamente he recibido incomprens­ión, desprecio y la más absoluta y dolorosa ignorancia.

El amor y la amistad son dos caminos vedados para mí, y mis ojos se inundan de lágrimas cada vez que pienso que me iré sin haber conocido a una sola persona con la que compartir todo lo que llevo dentro de mí. ¡Malditos que me pisotearon sin piedad! ¡Si pudiéran ver en mi interior!

Ya es demasiado tarde para la autocompas­ión, no puedo abandonar este mundo con mi corazón cargado de rencor y frustració­n. Mis últimas palabras han de ser de amor y agradecimi­ento, agradecimi­ento a mis padres que me dieron la vida y la esperanza de un mundo mejor y que desgraciad­amente ya no están aquí. A ellos debo todo lo que he sido. Amor, a pesar de todo, hacia este mundo que seguirá girando impasible cuando todos hayamos desapareci­do y en el que a fín de cuentas no siempre fui desgraciad­o.

He hecho todo lo que estaba en mi mano pero las cosas no han salido nada bien, soy débil y no he tenido el coraje necesario para poder seguir adelante, ya es tarde, las fuerzas me abandonan, la vida se me escapa.

Me voy de este mundo y me voy solo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico