En solitario

Mon Laferte reconoce que le gusta hacer su propia música

Para su último álbum Mon Laferte contó con la participación de invitados especiales como Enrique Bunbury, Manuel García y Juanes. Pero la chilena señala que, a la hora de componer, prefiere hacerlo por su cuenta. “Funciono mucho mejor en solitario. He hecho el ejercicio de componer con otros músicos, con otros artistas, y me parece que se aprende un montón, pero me cuesta”, reconoce la cantante en entrevista. “No sé, todavía no he llegado como a ese punto de poder crear como una buena obra (en compañía). Es que siento que cuando compones con alguien tienes que poner una hora, como hacer una cita y como que me pongo nerviosa. Es raro”. Actualmente en Estados Unidos como parte de una extensa gira musical por el disco “La trenza”, que salió a la venta en abril pasado, la artista de 34 años habló un poco de su proceso creativo. Por lo general agarra la guitarra, que comenzó a tocar de niña, y empieza a componer una melodía. “Pero a veces escribo algo, una nota en el teléfono, y finalmente termina en una canción. O a veces no tengo una guitarra a la mano y me dan ganas de cantar una melodía y me pongo a tararear y también la grabo con la voz en el teléfono. Como que cada canción es bien diferente”, cuenta.

El álbum “La trenza” está compuesto de 11 canciones que incluyen el éxito “Amárrame” con Juanes, “Cielito de abril” con García y “Mi buen amor” con Bunbury, cuyo vídeo acaba de estrenar. “Estas canciones no las escribí con ellos, no tuve el honor. Las canciones las escribí solita. Después llegué con ellas y se las mostré y les gustaron”.

Aunque puede funcionar bajo presión, a la hora de entrar a un estudio de grabación se siente muy tranquila: “Siempre estoy creando música en los hoteles, en los viajes, agarro la guitarra y la computadora y puedo hacer arreglos en cualquier lugar, así que al momento de empezar un disco ya tengo como más de la mitad avanzado”.

Sin embargo, confiesa que después de hacer cuatro discos del mismo modo le gustaría probar algo completamente diferente. “De pronto me dan ganas de no componer nada y tomarme no sé, seis meses de mi vida para estar solamente concentrada en crear un disco que sea mucho más de concepto en general, sobre letras, sus arreglos. Porque de pronto siento que (del modo en que he estado trabajando) son mucho como canciones sueltas que al juntarlas se crea un disco”.

“Me siento como en un momento que me puedo dar el lujo de decir ‘OK, voy a parar y me voy a dedicar solo a hacer un disco’”.