El bazar chino

Una familia, formada por cuatro personas —el padre Paco, la madre Isabel, el hermano mayor Rafael y la hermana pequeña Laura—, fue de viaje al pueblo de sus parientes.

Tiempo después, mientras caminaban, vieron un bazar chino, al que decidieron entrar para comprar algunas cosas que hacían falta en la casa.

Una vez que terminaron, llevaron las cosas a la caja para que el dueño pudiera cobrarles. El dueño, al tomar la bolsa para meter los productos, echó sin querer una pintura de uñas y luego le hechó la culpa a la niñade la familia, quienes estaban seguros de que la niña no había tocado nada, puesto que estuvieron con ella todo el tiempo.

El dueño, molesto, exigió el pago del producto, pero la familia se negó y se fueron rápidamente del bazar, molestos. Cuando llegó la hora de irse del pueblo, estaban por subir al coche cuando aparecieron unos hombres encapuchados quienes los secuestraron y los metieron a un coche negro, llevándolos a un gran piso. Cuando les destaparon los ojos, se encontraron a unos hombres chinos con pistolas y cuchillos, y al fondo, al dueño del bazar, quien al parecer pertenecía a una banda de mafiosos.

Toda la familia murió. A Paco le clavaron un cuchillo en el pecho. A Isabel la degollaron. A Rafael le clavaron un cuchillo en los pulmones y se fue quedando sin oxígeno. Finalmente, a la pobre Laura, de tan solo 14 años, la ultrajaron y la vendieron. Desde entonces, nadie en ese pueblo se atrevió a entrar más al bazar, porque sabían que podrían tener un trágico final.