Las casas de huano han desaparecido un 70 %
Las casas de huano se encuentran en peligro de extinción, al ser víctimas de la modernidad que ha acaparado, impactando negativamente las comunidades rurales, pues al igual que se está sepultando la lengua maya, también las costumbres. Así lo aseguró el profesor Nehemías Chí Canché, investigador maya, quién dijo que es urgente se busquen estrategias y se realicen programas para el rescate de las casas de huano, pues aseguró que estas estructuras han desaparecido en un 70 %.
El experto en el rescate de usos y costumbres, dijo que una de las causas por las que se debería rescatar la realización de estas viviendas, es por que las casas actuales requieren de mucho gasto, dinero con lo que no cuentan los pobladores de estas zonas, por las condiciones de escasez en las que viven.
Las bondades de la casas mayas, es que, por estar construidas de palma de huano (Sabal japa), que es un recurso forestal no maderable de múltiples usos para los pobladores de las comunidades rurales de Campeche, no necesita de ventilación externa, pues la ventaja es que el huano, por su condición es fresco y para tiempos de calor, no se requiere ocupar de un ventilador o aire acondicionado para saciar las altas temperaturas, así lo explicó chi Canché.
Para la ejecución de una vivienda maya se comienza desplantando en el interior un piso de sascab de 15 a 20 centímetros de espesor, para evitar la entrada de agua al interior de la vivienda. Su estructura es totalmente de madera, sus soportes de hecho son postes u horcones (noh ocom) de unos 20 centímetros de diámetro que con otros de menor diámetro (ocom moy) son la base sobre las que se van colocando las diferentes tipos de varas que formarán la estructura.
Los diferentes horcones se van reforzando mediante unos elementos de liga llamados halabche o trenzado de bejucos que junto con los coloches o varas verticales forman un emparrillado anudado con fibras vegetales que al ser posteriormente cubierto con barro mezclado con zacate dan forma a los muros o pak lum, lo cual le permite crear una barrera térmica conservando la frescura al interior de la vivienda.
Por lo general no se colocan ventanas, pero si dos grandes marcos para las puertas al centro por ambos lados, esto para permitir una circulación franca de lado a lado, tanto de la luz, el aire y los habitantes de la vivienda. Antes de aplicar el enlucido de barro, en la base de los muros se colocan piedras a manera barrera para evitar que la humedad pudra la madera y dañe los muros. El investigador lamentó que estas chozas que tanta luz e historia le brindan al Estado hoy sean desplazadas y abatidas por el inexorable paso del tiempo, que trae consigo la modernidad que se ha encargado de desaparecerlas. Hoy en día sólo el 30 % de estas viviendas mayas adornan las comunidades rurales del Estado, que cobijaron por muchos años infancias y familias felices.