Cinco recomendaciones
1. Intentar establecer con ellos una buena comunicación sobre este tema. Aunque los padres deban admitir que muchas veces ellos saben más cosas sobre los riesgos de consumir estas sustancias, es muy importante que les demuestres que confías en su responsabilidad.
2. Saber decir "no" a algunas de sus demandas que no crees convenientes. Por ejemplo, establecer límites en relación a la hora de regresar o impedirles que vayan a ciertos locales o zonas, puede suponer una negociación "dura", quejándose con argumentos como que los padres de sus amigos sí les dejan ir o volver a casa más tarde.
3. Establecer edades y permisos para salir. En general, es recomendable dejarlos salir solos a partir de los 12 años por la tarde, pero por la noche a partir de los 16 años cuando ya han acabado los estudios secundarios.
4. Conocer a los amigos con los que se relacionan tus hijos. Una forma de hacerlo es con la excusa de invitarlos a la casa para celebrar el aniversario, para una cena informal, entre otros.
5. Organizar la "logística" de cómo volverán a casa. Una forma es ponerse de acuerdo con otros padres para recogerlos, programar a que padres les tocará en otras salidas nocturnas, etc. Así puedes conocer los locales a los que van y con cuales amigos. Como padre debes asegurarte que conocen las consecuencias de no respetar los límites y riesgos comentados ya que de no respetarlos puede suponer que se enfrenten a situaciones no deseadas.