¿De qué manera te aislas de los demás?
Es muy posible que hayas llegado a creer que son los demás los que te han abandonado, que se han echado pareja y han dejado de quedar contigo, que tienen mucho trabajo…
Sin embargo, esta puede ser una manera de evitar asumir una responsabilidad que solo tú tienes, pero que tu miedo al rechazo intenta evadir. ¿Llamas alguna vez a esos amigos para salir con ellos? ¿Pones tú excusas de trabajo porque crees que no te apetece o tienes pereza cuando, en realidad, lo que tienes es miedo?
En ocasiones, la pereza, la tristeza y todos esos sentimientos que pueden llevarte a decir “no” a una salida o quedada con amigos pueden ocultar un miedo, algo que quieres evitar y que al mismo tiempo no quieres ver ni solucionar. Quizás tú mismo estás provocando esa situación de aislamiento. Pues, poco a poco, te vas encerrando en ti mismo, sintiéndote menos válido y ¿sabes qué? Cuanto más te aíslas, más habilidades sociales pierdes.
Si no pones en práctica con asiduidad las herramientas que tienes para socializar con los demás estas se pierden, y recuperarlas cuesta mucho.
Así que… ¿No sería mucho mejor mirar a ese miedo a los ojos, hacerle frente y forzarte a experimentar esas situaciones que hacen que este aflore?
Solamente así podrás vencerlo. Sin embargo, si te fuerzas a quedarte solo, no lo conseguirás nunca.