Exige según la edad
Entre los seis y los siete
años, el niño puede asumir muchas responsabilidades. Por ejemplo, en casa: sacar la basura, poner la mesa, hacerse su cama a diario, recoger el baño después de usarlo o cuidar una mascota. También en el colegio: anotar las tareas para el día siguiente, cuidar el material... A partir de los nueve o
diez años también podrás enseñarle a participar en las decisiones familiares, rendir cuentas del dinero que se le da, establecer un horario de estudio y cumplirlo*
Con once o doce años puedes ir informándoles sobre las preocupaciones familiares y pedir su opinión en aquellas cosas que afectan a todos. Puedes ayudarles a aprender a decidir dándoles muchas ocasiones para tomar decisiones a corto, medio y largo plazo. ¿Para cuáles es pronto?
La exigencia en la responsabilidad debe estar acorde con la edad y debe ser progresiva, de tal modo que, al llegar la adolescencia, hay muy pocas cosas en las que no debas darles responsabilidad. Debes evitar decidir por ellos o intervenir mucho en sus decisiones. No obstante, también debes estar dispuesto a ejercer la autoridad en aquellos casos en que la decisión tomada pueda perjudicarles gravemente.
A medida que van creciendo, los padres deben ser capaces de darles mayor autonomía y capacidad de decisión.