Embalsamar
Wilbert Chan nos platica su oficio Un contacto más directo con los difuntos
Wilbert Chan Santiago, es mitad artista y mitad científico, ayuda al arreglo de cadáveres, es decir, desde hace más de 12 años, su misión es embalsamar, prepara y dar los toques finales antes de colocar el cuerpo en el féretro.
Aunque parecen extintos, los embalsamadores brindan un servicio necesario en las funerarias al desinfectar, preservar y restaurar al difunto para que se vea más natural, esto según sea la causa de la muerte y a petición de los familiares quienes actualmente, solicitan también el servicio de maquillaje, dependiendo de las condiciones en las que se encuentren.
Para Wilberth, su trabajo es como cualquier otro, pese a que mantiene siempre una cercanía profunda con la muerte, que según él, en lugar de atemorizarlo, lo ha vuelto inmune al miedo o desesperación, no le asusta quedarse sólo en un laboratorio con un difunto, al contrario, su trabajo le gusta y con mucho respeto y responsabilidad, se conduce para manipular el cuerpo del fallecido.
Nos relató que en sus inicios, mientras radicaba en Tijuana, la necesidad lo llevó a aprender la práctica de embalsamado, ya que sólo encontró trabajo en una funeraria y fue ahí donde lo enseñaron y posteriormente lo dotaron de cursos para especializarse en la materia y poder ejecutar en nuestro Estado lo aprendido.
Sin duda, uno de sus mayores retos, pese a su amplia experiencia es embalsamar cadáveres de bebés y niños, ya que le remontan a la perdida de un ser querido, proceso del que hasta el momento no se ha podido recuperar.
Explicó que para embalsamar, se utilizan sustancias químicas o resinas para evitar la putrefacción del cadáver.
Se lava el cuerpo con germicidas y se limpian los orificios de la nariz y la boca, y se colocan algodones en las cavidades para evitar la salida de fluidos y se sutura la boca para prevenir posibles contaminaciones.
Una vez preparado el cadáver se procede al vaciado. Se realiza una incisión en la arteria, se extrae toda la sangre y se introduce una solución de embalsamamiento, que generalmente es una mezcla de formol, agua y productos químicos, además de conservantes, fijadores, germicidas y colorantes similares al color de la sangre, de este modo, el cuerpo recupera un tono natural, sin el aspecto azulado que adquiere la piel tras la muerte.
El conjunto de sustancias conservantes evitan la descomposición de los tejidos y los germicidas permiten que no se generen hongos ni moho.
Para el proceso de vaciado de la sangre y llenado del líquido de embalsamamiento, se emplean aparatos específicos como bombas de inyección y de aspiración. “Cuando los órganos están dañados, a causa de cáncer o diabetes, se inyecta el líquido directamente en la cavidad del órgano, si el cuerpo está hinchado por la quimioterapia o medicamentos, se emplearán sustancias que faciliten la eliminación de los líquidos y la hinchazón”
Wilberth, explicó que gracias a la tanatoestética se mejora el aspecto general de la piel, así como de la cara, el pelo, las manos y las uñas y puntualizó que un cuerpo embalsamado necesita un mantenimiento constante, tiene que estar en un lugar frío y poco húmedo.