¿Tienes lengua geográfica?
¿Te imaginaste tener un mapa dentro de tu propia boca? Puede sonar atractivo pero es posible que prefieras no experimentarlo. La lengua es el órgano más flexible de nuestro cuerpo y una de las partes más curiosas de la anatomía humana.
Sólo este miembro cuenta con unos sensores de gusto cubiertos por una mucosa rugosa formada por papilas gustativas, compuestas a su vez por células que se renuevan muy rápido. Es por esto que la lengua es uno de los órganos que se cura rápidamente. La lengua geográfica es una alteración de carácter inflamatorio que provoca la aparición de manchas irregulares, lisas, rojas y con un borde blanco o color claro en este órgano, según explican desde el servicio de salud público británico (el NHS). Se le llama así porque esta especie de parches que se forman tienen la apariencia de un mapa aunque el nombre médico oficial es glositis migratoria benigna. Generalmente se producen brotes, apareciendo y desapareciendo por épocas; y no es una enfermedad, tan sólo una afección que no reviste de gravedad.
Las razones por las que aparece la lengua geográfica se desconocen pero parece estar influenciada por una infección o por deficiencias nutricionales relacionadas con una carencia de vitaminas B. También por factores emocionales como la ansiedad y el estrés o irritantes como alimentos calientes, ácidos, picantes, el alcohol, tabaco o enfermedades como el asma, la rinitis y la psoriasis.