Decisiones

¿Por qué cuesta tomarlas?

Si eres una persona indecisa y abrumas a las personas con tus múltiples opciones, este artículo es para ti. La situación típica de estar en el supermercado y preguntarle a tu hijo/a qué yogures quiere, qué tipo de chocolatina le compras, qué le gustaría cenar... a parte de no conducir a hábitos de comportamiento muy saludables, puede crear una gran insatisfacción en tu hijo/a, al elegir un tipo de yogures, subrayando tantas opciones... hará que se sienta mal por todas las que ha rechazado, sin saber finalmente cuál le gustan. ¿Y qué pasa cuando vas al típico restaurante con una carta interminable? ¿No te quedas muchas veces con la sensación de que tu vecino eligió mejor?

Las opciones múltiples complican la capacidad de elegir.

Tener más opciones no es sinónimo de mayor libertad, en muchos casos aumenta el sentimiento de frustración. Empieza a reducir opciones y todo será más simple.

Las posibles elecciones que puedes hacer en cada momento del día, y en cada etapa de tu vida son infinitas. Tener que elegir entre tantas opciones todos los días también es una forma de sobrecarga de información. Cuando eliges renuncias, parece ser que en la sociedad moderna para aumentar la libertad, tienes que tener a tu disposición cada vez un mayor número de opciones y posibles elecciones en todo cuanto te rodea en el día a día.