Incendio
Incendios cobran fuerza en EE.UU.
Los cientos de bomberos que intentaron controlar ayer los incendios que arrasan miles de hectáreas en el sureste de California y han obligado a desalojar a unas 200 mil personas se enfrentan a dos de sus peores enemigos, ambiente seco y vientos con rachas huracanadas de hasta 128
kilómetros por hora.
Los cuatro incendios que asolan desde hace días el noroeste de Los Ángeles, donde han dañado más de 200 edificios y generado el cierre de escuelas y universidades, carreteras y la caída del servicio eléctrico, están lejos de controlarse a pesar de los esfuerzos de los bomberos.
Ken Pimlott, director de la agencia estatal californiana de protección contra incendios Cal Fire, reconoció que con vientos que pueden alcanzar los 128 kilómetros por hora los bomberos no tienen “ninguna capacidad para luchar contra los incendios”.
Tal es el peligro que las autoridades de California declararon la alerta morada ayer por vientos extremos, algo que no habían hecho nunca hasta la fecha en el estado. Así, los conocidos como “Vientos de Santa Ana”, propios de esta época del año, comprometen el trabajo para atajar los cuatro incendios, que siguen lejos de estar controlados. El mayor de ellos, denominado Thomas, continúa su destructor paso por el condado de Ventura, 100 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, y ya quemó más de 38,850 hectáreas y sólo ha podido ser contenido en 5 %.