5 cosas por las que no vale la pena estresarse
La vida cotidiana a menudo te enfrenta a situaciones que generan gran tensión. No importa qué edad tengas o qué actividades realices, el estrés aparece con frecuencia. Por eso te presentamos 5 cosas por las que no vale la pena estresarse.
1.- Compañeros de trabajo
En todos los lugares en los que mucha gente que no se conoce comparte tiempo, ya sea un lugar de trabajo o un lugar de estudio, habrá alguien que no te caiga tan bien como los demás. Es muy común concentrarse en lo irritable que es esa persona y estresarse por tener que hablar con ella de manera obligada. En realidad, es mucho más sano tratar de encontrar algo positivo en la persona que no te gusta, que seguro lo tiene.
2.- Un examen
Los días previos a un examen o a la presentación de un trabajo suelen ser terribles para los nervios. La inseguridad se apodera de ti y piensas que no serás capaz de estudiar lo suficiente o de terminar de escribir a tiempo. Para no estresarte con esto es importante planificar las semanas anteriores a la fecha clave.
3.- Hablar en público
Ya sea una presentación en el trabajo o en la escuela o hasta decir unas frases en el casamiento de unos amigos, hablar en público puede resultar una experiencia traumática para algunos. Para no estresarse en estos casos es importante saber qué se va a decir. No es necesario tenerlo escrito palabra por palabra, pero conocer el contenido y estar a gusto con lo que vas a decir te permitirá trasmitir la confianza necesaria a la audiencia.
4.- Trámites
Cualquier trámite, sobre todo si es en una oficina pública, puede volverse una situación de estrés si no estás en la sintonía adecuada para acercarte a la ventanilla. Puedes ver los minutos e incluso las horas irse sin que tu trámite se resuelva por una oficina saturada o un papel que te faltó llevar. Para estos casos se requiere mucha calma, ya que no vale la pena preocuparse por lo que no puedes cambiar.
5.- Labores del hogar
No importa con cuántas personas vivas, siempre una parte del aseo de la casa será tu responsabilidad. ¡Calma!, basta con asignarle un tiempo determinado de la semana a las tareas de la casa y no obsesionarse con la perfección. A veces un poco de desorden es saludable.