Curativas
Productos del campo son remedios naturales
El ajo, la cebolla, el jengibre y el propóleo son productos del campo que tienen como principal característica actuar como antibióticos naturales, y México es productor de estas plantas, las cuales constituyen una verdadera defensa contra las infecciones, al tiempo que alivian otras dolencias.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el uso de productos del campo para curar enfermedades tiene un origen muy antiguo y se practicaba en todas las civilizaciones humanas, por lo que las propiedades curativas de plantas, frutas y verduras ha sido comprobada.
“Un antibiótico es un cuerpo que tiene diversas procedencias e impide el desarrollo o multiplicación de microbios o bien los destruye”, precisó la Sagarpa en su blog.
Destacó que el primer lugar lo ocupa el ajo, el cual es sin duda el antibiótico natural por excelencia, debido al sulfuro de alilo que contiene, un ingrediente natural que mata no sólo a los patógenos y las bacterias, sino también hongos y virus, sin perjudicar la flora intestinal. La cebolla, pariente del ajo, es otro de los grandes remedios para combatir, sobre todo, infecciones respiratorias y de la piel, así como las de origen bacteriano. La cebolla depura el cuerpo a profundidad y aniquila organismos nocivos. También está el jengibre, una planta de la familia de las zingiberáceas, su poder antibacteriano ha resultado útil contra la infección por la bacteria Helicobacter pylori, causante de muchos casos de gastritis, así como para diversas infecciones digestivas y de vías respiratorias. Mientras que el propóleo, el cual es una sustancia resinosa, balsámica, con la que las abejas construyen su colmena y que presenta propiedades antibióticas. El propóleo favorece la cicatrización de quemaduras e incluso combate el virus causante del herpes labial, también posee propiedades antibacterianas, antivirales, antifúngicas y antiprotozoarias.