Relájate
Mantén la calma en momentos difíciles
Nadie está exento de pasar por momentos difíciles o circunstancias desagradables. No obstante, debes recordar que siempre puedes superarlos. A pesar de que te cueste visualizar la solución, esta existe y es muy posible alcanzarla. La vida se caracteriza por su altibajos. Si el terreno no tuviese variantes, todo sería extremadamente monótono. Esto no quiere decir que debas celebrar las dificultades, sino observarlas como una oportunidad de crecimiento o de mejoría.
Todo cambio trae consigo múltiples beneficios. En nosotros está la capacidad de saber apreciarlos. De tal forma que, podemos visualizar los momentos difíciles como el preludio a una nueva forma de tranquilidad. Después de todo, tras la tormenta siempre viene la calma.
Momentos difíciles
Los momentos difíciles no siempre se pueden predecir ni evitar. A pesar de ello, puedes modificar tu actitud para reducir su impacto. En otras palabras, no siempre puedes modificar las circunstancias pero sí tomar las riendas del propio bienestar.
Es necesario responsabilizarte y cuidar de ti mismo. De lo contrario, puedes llegar a somatizar los problemas y, por ende, experimentar: —Contracturas musculares. —Alteraciones de la piel.
—Problemas digestivos.
—Depresión.
—Insomnio.
—Ansiedad.
—Estrés.
Hacerte responsable por tu propio bienestar implica evitar los diálogos interiores nocivos: el victimista, el catastrófico, el autocrítico y el autoexigente. ¿Por qué? porque impiden tener una perspectiva clara de cómo actuar y porque te lastiman de una u otra forma. Cada vez que te encuentres en medio de momentos difíciles es necesario detenerte un momento y pensar: ¿De qué me sirve darle vueltas al problema una y otra vez? ¿En qué me beneficia ahogarme? ¿Realmente deseo salir adelante? Para evitar el enfrascamiento lo más recomendable es enfocar el pensamiento hacia la solución del problema. Puede que no halles la solución a la primera oportunidad; sin embargo, no debes desistir por nada.