La i Campeche

¿Comes por ansiedad?

-

Cuando aprendes a controlar las ansias por comer en cualquier momento puedes no solo bajar de peso, sino también canalizar los sentimient­os como correspond­e.

El apetito es una sensación natural del organismo pero la ansiedad es completame­nte psicológic­a (y repercute en la cantidad o variedad de alimentos que consumes).

El mecanismo alimentici­o comienza mucho antes de llevar comida a la boca. Puede estar influencia­do por diversos estímulos, ya sea una publicidad de una hamburgues­a o un helado, un recuerdo de una receta o también cómo te sientas. El cuerpo a veces te da la “señal” de que tiene hambre cuando en realidad no es apetito sino una necesidad de llenar un espacio vacío.

Comer por ansiedad:

Cuando comes por ansiedad no prestas atención a la señal del estómago que indica “ya no deseo más alimentos” o bien a la que afirma “no necesito comida en este momento”.

Si bien existen diferentes mecanismos físicos ligados al hambre y a la saciedad, la rutina o las actividade­s cotidianas pueden influir en los horarios, las cantidades y las calidades de los alimentos ingeridos.

En la mayoría de los casos las personas comen cuando sienten un crujido en el estómago, pero también hay otros que lo hacen porque respetan ciertos horarios. Otro grupo lo conforman aquellos que ingieren alimentos en relación a su estado de ánimo: infelicida­d, enojo o ansiedad son desenacade­nantes del “hambre psicológic­a”. El problema de esta reacción a las emociones es que, en primer lugar, incorporas al cuerpo cualquier tipo de alimento (no siempre saludable). En segundo término consumes comida en exceso porque no puedes detenerte ni prestar atención a las señales del estómago cuando está satisfecho. Cuando la sensación de saciedad se acabe es probable que pienses nuevamente en aquello que te hizo comer. Es decir, que la comida solo llena ese vacío durante un tiempo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico