Suicidio Se puede prevenir?
En la mayoría de los casos, el suicidio se pueden prevenir, aunque no es fácil valorar la posibilidad de que una persona se suicide dada la propia naturaleza del ser humano, en la que cada persona es única y tiene su particular manera de vivenciar las situaciones y de interpretar la realidad.
La mayor parte de las personas con ideación suicida da avisos evidentes de sus intenciones. Solo un escaso número de suicidios se produce sin previo aviso, por eso es importante prestar atención y tomar en serio todas las amenazas que se refieren a la autolesión, especialmente cuando son persistentes.
También hay que tener en consideración el “cómo” son expresadas. ¿Aparecen solo en situaciones estresantes?: “Esto no lo soporto, si me muriera me quedaría tranquila”. ¿Son fluctuantes o martillean de forma continua y obsesiva? Si ante cualquier hecho, por insignificante que pueda parecernos, aparece la idea como salida. ¿Son ideas activas del tipo “voy a quitarme la vida, quiero desaparecer”, o son pasivas: “ojalá me pase algo y me muera de una vez?” El tratamiento psicológico es necesario en todos los casos, tanto en personas con trastornos como la depresión, el alcoholismo y la esquizofrenia como en personas que han cometido intentos de suicidio o mantienen una ideación suicida recurrente ante situaciones estresantes.
—Recursos para evitarlo:
Crisis, desorientación, desbordamiento de emociones, vivencia interna de caos, túnel oscuro para el que algunas personas encuentran como única salida la muerte. Para salir de esta situación de desestructuración personal es necesario encontrar la orientación. Vivir orientados es una necesidad característica del humano. El suicidio no es un defecto del carácter ni de la moral, es un desequilibrio entre el dolor y los recursos para vencerlo. Por tanto, una manera de enfrentar la situación es fomentar y potenciar los recursos personales y orientarlos de forma que permitan reducir el sufrimiento.
A menudo, el suicidio es una solución permanente para un problema pasajero.
—Comparte los problemas:
Todas las situaciones tienen solución de una u otra manera. Como dice el refrán, “cuando se cierra una puerta se abre una ventana”.
La dificultad radica en que, cuando se está ante una puerta que se te cierra, a veces no ves más allá. Por eso es necesario buscar ayuda, no intentar solucionar las situaciones a solas, hablar con personas de tu confianza o recurrir a la ayuda de un profesional, ya sea psiquiatra o psicólogo.
El vínculo es lo que cura, el encuentro libera, compartir descarga y alivia, el valor abre un mundo de posibilidades.
La crisis es pasajera y es una oportunidad para descubrir el gran potencial que tienes, enriquecerte y salir fortalecido. Quizá no recibas del mundo todo lo que quieres, pero el mundo necesita de ti. ¿Qué quieres darle al mundo de ti?