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La singular comida típica de Islandia
La nieve flotaba alrededor del pequeño restaurante en el que estaba sentado y frente a mí tenía un par de platos: salchicha de hígado curada en suero agrio, pedazo de cordero ahumado y par de trozos de raya podrida que lucían pésimo y olían a orina. Los dos primeros platos no estuvieron mal... con el tercero dudé.
“¿Está bueno? ¿te gustó?”, me preguntó un joven islandés llamado Gísli, que trabajaba como guía turístico.
“Lo vas a amar. ¡Es horrible!”, me animó. Entonces lo probé. Estaba caliente, pero la quemazón que sentí en mi lengua fue más bien química, tal vez por el resultado de una reacción que se estaba llevando a cabo en ese cuerpo en descomposición. “A mí me encanta. Es una gran comida de vikingo”, dijo en referencia a los diferentes platillos tradicionales de Islandia a base de animales podridos. Pero tengamos algo en cuenta: los islandeses no son vikingos. Los islandeses descienden de granjeros noruegos que llegaron a estas tierras huyendo de los vikingos.
Cuando los primeros escandinavos pisaron tierra en Islandia se encontraron con una isla que parecía estar lista para ser cultivada.
Pero solo cuando llegaron en números considerables comenzaron a caer en la cuenta de que el bosque que cubría la isla y que habían talado para hacer sus casas y sus canoas, no iba a volver a crecer, especialmente porque sus ovejas se comían las semillas.
Y sin árboles, el suelo comenzó a erosionarse. Además, estaban lejos de la Europa continental para importar alimentos, así que la sociedad islandesa se desarrolló en un estado de hambruna casi constante.
“Supongamos que hay una tormenta en medio de esta situación. Y aparece una ballena muerta en la costa, que tras cierto tiempo explota debido a los gases que lleva dentro y deja regada la playa de pedazos de carne, ¿qué haces? Pues te matas con los otros para conseguir los pedazos”, explica Jesse Byock, profesor de la Universidad de California y autor del libro “La edad de los vikingos en Islandia”.
Los primeros islandeses fueron rudos, pero no fueron vikingos. Fueron granjeros hambrientos que hacían lo que fuera para sobrevivir.