Aportes para el cuerpo
—Acción antioxidante:
La vitamina E ejerce un efecto antioxidante en los pulmones, donde las células están expuestas a altas concentraciones de oxígeno que pueden dañarlas. Además de proteger las células rojas sanguíneas que son las encargadas de transportar el oxígeno a todas las del cuerpo, también lo hace con las células blancas, que son las encargadas de defender al organismo contra ciertas enfermedades, impulsando el sistema inmune.
—Aspecto de la piel:
La vitamina E ofrece un papel importante para el mantenimiento del estado de la piel. Fortalece el revestimiento de los capilares sanguíneos de la piel, consiguiendo mejorar el soporte de cara a la hidratación y fomentar su elasticidad. Otro efecto es reducir la inflamación a nivel celular y verse traducido en un aspecto de la piel más joven.
—Fortalece el cabello:
El principal mecanismo de ayuda es reducir el efecto de los radicales libres que provocan daños sobre el cuero cabelludo, manteniendo la salud de los fonículos, ya que se mejora la circulación sanguínea hasta esta zona, estimulando el crecimiento del cabello más fuerte y sano.
—Regulación hormonal:
También afecta al sistema endocrino y nervioso, ejerciendo una acción moduladora para regular el balance hormonal. Hay que destacar que el normal desarrollo de los nervios depende de la vitamina E.