El caso de Joyce Vincent
Joyce Carol Vincent fue una joven mujer inglesa cuyo cadáver permaneció sin ser descubierto en su habitación, en Londres, por alrededor de tres años, después de sufrir violencia doméstica. Fue encontrada muerta en su departamento en enero de 2006, y las evidencias indicaron que murió aproximadamente en diciembre de 2003. Joyce sufrió abuso doméstico, lo que la llevó a aislarse de su familia y amigos y refugiarse en un centro para víctimas de violencia doméstica. Con la ayuda de ese centro, se mudó a vivir a un pequeño departamento, sola… En noviembre de 2003, después de vomitar sangre, fue hospitalizada por dos días debido a una úlcera péptica, y nombró a su gerente de banco como su pariente más cercano. Volvió a casa y allí murió sin que nadie la echara de menos hasta que encontraron su cadáver 3 años más tarde. Declaraciones publicadas en 2011 en el Glasgow Herald afirman que “Ella se separó de su familia pero no había ninguna pelea. Realmente son una buena familia. Comprendemos que ella estaba en una relación y que hay una historia de violencia doméstica”.
Los vecinos, con el tiempo, pensaron que el departamento estaba vacío y que el mal olor se debía a basura almacenada. Solo después de dos años de renta sin pagar acumulada (£2400) es que se decidió embargar la propiedad y los agentes judiciales intervinientes descubrieron el cadáver.
La triste pregunta es: ¿Cómo puede alguien estar tan solo como para morir sin que nadie lo pudiera echar de menos?