Cuidado en los interiores
—La cocina. Esta habitación se considera la más peligrosa de la casa ya que tiene un gran atractivo para los más pequeños: presencia de comida deliciosa, productos de limpieza de colores vivos y un sin fin de artilugios con los que querrían jugar. En la medida de lo posible hay que evitar la entrada a los niños.
Los accidentes más comunes son los traumatismos provocados por golpes con los muebles, quemaduras por acercarse demasiado a una fuente de calor. Las intoxicaciones también se producen con asiduidad por la presencia de sustancias químicas peligrosas en productos de limpieza.
—El baño. Una habitación que puede ser el escenario de numerosos escenarios como quemaduras a la hora de bañar a los más pequeños y no regular la temperatura del agua de forma correcta. Hay que recordar que la piel del bebé es más sensible y fina que la del adulto, por lo que se recomienda usar un termómetro y no dejarse guiar por las sensaciones de la dermis de los padres.
Los traumatismos también pueden suceder por golpes contra los grifos, por lo que nunca hay que dejar solo a un niño en la bañera, de esta forma será posible prevenir los ahogamientos.
—El salón. Contrario que la cocina, en este espacio sí sirve para jugar. Eso sí, con normas de seguridad. Los accidentes más comunes son traumatismos por chocar contra muebles, por lo que hay que indicar a los niños que no deben correr como en el parque.