Extinto Escaso el palo de tinte
Resulta irónico saber que el árbol que representó una de las mayores riquezas para Península de Yucatán en el siglo XVIII, hoy esté casi extinto en el Estado.
Y es que en Campeche el Palo de Tinte, éek, tooso boon che’ (Haematoxylum campechianum), constituyó a través de la tala y el envío de madera, una o quizás la única actividad económica importante de la región durante la época de la colonia española; ya que de ésta se extraía una tinta que se usaba para teñir el algodón, la lana y la seda en tonos que iban desde el rojo al negro, el alto valor comercial de la tinta desencadenó largas batallas entre España e Inglaterra por poseer el control del comercio del árbol.
En relación al tema, el Dr. Fulgencio Alatorre Cobos, profesor investigador del Colpos Campus Campeche, reveló la situación actual de esta especie en el Estado y los estudios que se están haciendo para favorecer el resurgimiento de esta especie histórica. El Dr. Fulgencio Alatorre reveló que con el paso del tiempo sólo hubo desinterés por el palo de tinte debido al uso de tintas artificiales, no así para los pueblos mayas, ya que este árbol tiene usos ancestrales en la medicina tradicional para el tratamiento de la diarrea, cólicos y úlceras y como leña, donde es altamente codiciado en las cocinas de comunidades rurales.
“Tras sobrevivir siglos de explotación y saqueo durante la colonia, hoy día los tintales están desapareciendo del paisaje campechano. Se queman y se talan para que sus suelos húmedos y fértiles sean usados para sembrar monocultivos como caña de azúcar o formar potreros; como es el caso de Palizada, donde en temporada de lluvias, el agua busca su cauce natural y los suelos que fueron tintales quedan inundados e imposibilitados para la ganadería extensiva y la agricultura. Sin embargo, empresarios con una visión de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, comunidades rurales e investigadores de diferentes disciplinas están uniendo esfuerzos para conservar el palo de tinte en Campeche”, indicó. Asimismo, informó que no sólo fueron los tintales, sino que también se destruyó el ecosistema que servía como refugio de aves locales y migratorias, reptiles y hasta monos aulladores.
“El Colpos Campus Campeche forma parte de la iniciativa del rescate de la especie. En el laboratorio de Biología Molecular y Genómica, estamos trabajando junto a otros colegas aplicando técnicas de biología forense para ayudar a identificar la madera de palo de tinte, que es sumamente útil en casos de tráfico ilegal, pues México no permite la exportación de la madera de este árbol. De la tinta, se extrae un colorante llamado hematoxilina que se emplea para teñir las muestras de biopsias en los laboratorios de histopatología. Se está estudiando cómo y por qué produce la hematoxilina, lo cual podría tener aplicaciones en industrias biotecnológicas. Hay reportes que la tinta, además de hematoxilina, contiene compuestos con actividad antiinflamatoria, antibacterial, anticoagulante y anticancerígena, lo cual sugiere un potencial enorme para el uso diversificado y de alto valor agregado”, puntualizó.