¿Cómo controlarlo?
Existen diversas formas de manejar la agresividad de tu mascota, y una gran parte del esfuerzo requiere mucha paciencia y confianza en sí mismos. Antes de utilizar cualquiera de los método, de los que a continuación se hablará, es ideal consultar con el veterinario para descartar alguna enfermedad que cause que tu perro sea agresivo. —Evita los castigos dolorosos: el dolor es un detonante de la agresividad, por lo que es ideal evitar que el perro se sienta herido. Intenta castigos más suaves o reprimendas verbales en vez de recurrir a la brusquedad.
—De igual forma, evita los juegos de contacto físico: como entrenadores, debes ser consciente de que jugar a la lucha con tu can es divertido, pero esto solo deteriora el comportamiento de tu animal. La razón es que el perro puede exaltarse en exceso y recurrir a las mordidas como un juego. —Conoce el carácter de tu compañero: los animales con tendencias dominantes suelen ser los más agresivos al querer imponerse sobre los demás. Tu labor como dueño es enseñarle a respetar la cadena de mando y que entienda quién es líder de la manada.
—Evita perturbarle mientras come o juega: quitarle el plato de comida o su juguete favorito puede detonar la agresión de tu compañero. No lo está haciendo porque le moleste, sino por defender lo que le pertenece. —Considera esterilizar a tu can: gran parte de los problemas de comportamiento se pueden corregir castrando a tu mascota. Además de hacerle más sumiso, tendrá beneficios a largo plazo.