Sueño profundo
Como lograr que tus hijos descansen?
El sueño profundo es uno de los tres pilares de la buena salud junto con una dieta equilibrada y el ejercicio regular.
Se estima que entre el 25-30% de las visitas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño, y los padres pueden hacer mucho para ayudar a sus hijos a tener el sueño profundo y reparador que necesitan para crecer, vivir sanos y mantenerse bien despiertos durante el día. El sueño del bebé está dividido en cuatro etapas que se van profundizando progresivamente. Cada una dura cerca de 90 minutos y siempre obedecen a un mismo orden: sueño REM (más liviano y corto) y el sueño NO REM (más profundo y largo). Todos los bebés transitan por ciclos de sueño superficial y profundo durante una misma noche. Conforme el bebé va creciendo, lo normal es que los sueños REM vayan disminuyendo y que los NO REM vayan aumentando.
¿Cuánto deben dormir los niños, según su edad?
de sueño de unas 4 horas cada uno. Por lo que es normal y necesario que el recién nacido no duerma toda la noche del tirón, despertándose una o varias veces a lo largo de la misma. Desde el primer mes de vida hasta los 3 o 6 meses, la duración de los despertares nocturnos va disminuyendo y empieza a dormir de manera continua prácticamente durante toda la noche. No obstante, en casi un tercio de los niños en edad preescolar persisten estos despertares nocturnos, como consecuencia de una consolidación inadecuada del período de sueño nocturno.
Entre los 2 y los 4 años duermen por la noche unas 10 horas, más las dos siestas habituales. A partir de los tres años de edad va disminuyendo la “necesidad” de dormir durante el día, hasta prácticamente desaparecer antes de los seis años.
De los 5 a los 10 años de edad, el sueño alcanza un grado de madurez suficiente como para permitir la comparación con el adulto, excepto el número de horas de sueño que suele ser 2,5 veces superior al adulto.
Pasados los 7 años, no es habitual que el niño necesite dormir la siesta. Si ocurre, lo más probable es que por la noche duerma menos de lo que necesita o que padezca de algún problema durante el descanso nocturno.
En la adolescencia, el número de horas de sueño disminuirá hasta un promedio de 7 a 8 horas.
Las 10 normas del sueño profundo para lograr que descansen los niños:
1. Ir a la cama cada noche a la misma hora preferiblemente antes de las 21 horas.
2. Mantener unos horarios de siesta o siestas diurna adecuados a la edad.
3. Establecer una rutina consistente antes de acostarse.
4. Hacer de la habitación un lugar propicio para el sueño; fresco, oscuro y tranquilo.
5. Favorecer que su hijo se duerma de forma autónoma.
6. Evitar la exposición a la luz brillante a la hora de acostarse y durante la noche y aumentar la exposición a la luz durante la mañana.
7. Evitar las comidas pesadas y la actividad vigorosa cerca de la hora de acostarse.
8. Mantener los dispositivos electrónicos (incluyendo TV., ordenadores, teléfonos móviles,…) fuera de la habitación y limitar su uso cerca de la hora de acostarse.
9. Evitar tomar cafeína, incluyendo colas, café y té.
10. Mantener horarios regulares durante el día, incluidos horarios de comidas.