Superando los obstáculos
Yeni Tello: “Gracias a Dios vamos escalando, vamos mejorando”
Madre de tres hijos, esposa, amiga e integrante de una familia de 13 hermanos, la campechana Yeni Tello nos compartió parte de su diario vivir y la vocación con la cual apoya a su compañero para llevar el sustento a su hogar.
La historia de Yeni, refleja el sacrificio de muchas campechanas que desde temprana edad han tenido que chambear y que aún lo hacen con la única motivación de hacer felices a sus familiares.
¿Cuántos años tienes?
“Tengo 40 años de edad, también tengo tres hijos: dos niñas y un varón”.
¿A qué te dedicas?
“Soy empleada doméstica, lo hago porque me pagan más que trabajando normal; lo aseguro porque en el trabajo normal te pagan $80 y en una limpieza de casas son $200 o $250 al día”.
¿Cuánto tiempo llevas haciendo lo que haces?
“Desde los 12 años trabajo porque soy de una familia grande y hay que ayudar a la familia, pero sin dejar de estudiar. Logré llegar hasta primero de prepa e hice una carrera corta como capturista de datos”.
¿Cómo has podido sacar adelante a tu familia?
“Con la bendición de Dios porque a veces no hay dinero para darles lo mejor, pero con lo poco ahí vamos. Mi única motivación para seguir chambeando es ver a mis hijos crecer, darles educación y proveer para la comida; esa es mi fuerza”.
¿Realizas alguna otra actividad económica?
“A pesar que no logré estudiar más porque me casé, aún así me pongo a estudiar otras cosas, sé hacer pasteles, adornos, mesa de dulces, o sea; no nada más le hago a la limpieza”.
¿Has considerado montar tu propio negocio?
“Sí, pero no he podido por falta de dinero. Como somos un montón, a los familiares les trabajo, hago pasteles, adornos, mesa de dulces”.
¿Cuál es tu meta en la vida?
“Pues mejorar. Bendito Dios voy escalando, voy mejorando, o sea; no me estanco. Sí la veo muy dura, pero ahí sale, como dice mi esposo”.
¿Cuál es tu consejo a las nuevas generaciones?
“Que trabajen, que decidan salir adelante siempre y que no se vayan por la vía fácil porque mejor es tener una goterita, un trabajo honrado; a tener un goterón y no tener paz”, resumió.