Otras recomendaciones
—Vístete o desvístete con los ojos cerrados:
Aunque sea una vez al día, intenta hacerlo: vestirte o desvestirte con los ojos cerrados. Puede parecer una tontería, sin embargo, ponemos en marcha increíbles procesos: Mejoras la coordinación, potencias la unión del hemisterio derecho e izquierdo, mejoras la motricidad fina, realizas mapas mentales sobre la distancia existente de botón a botón, sobre cómo pasar el cierre, por dónde introducir los brazos, etc.
—El juego de las aproximaciones:
El juego de las aproximaciones es un reto cotidiano que requiere que apliques tres procesos: atención, aproximación y cálculo. Un ejemplo de ello, serían: -¿Cuántas escaleras hay en mi lugar de trabajo? -En el autobús ¿cuántas personas hay que tengan una pieza de ropa negra? -¿Cuántos segundos va a tardar el semáforo en ponerse en verde?
Aprende 5 palabras en otro idioma cada día:
No importa qué idioma elijas o si cada día es uno diferente. Para mejorar la agilidad mental te puede ir muy bien aprender entre 3 y 5 palabras nuevas cada día. Además de ampliar tu cultura mejorará tu potencial lingüístico y, a su vez, crearás nuevo tejido neuronal que se traducirá en mayor reserva cognitiva para hacer frente del mejor modo al paso del tiempo.
—Lleva un diario:
Con esta práctica el pensamiento se vuelve más ágil, la introspección encuentra un canal donde desahogarse y todo revierte en el propio cerebro.