El Destripador de Yorkshire
Las víctimas que murieron habían sido asesinadas siguiendo un mismo patrón; golpeadas con un martillo en la cabeza. En algunos casos, arrastró el cadáver hasta un lugar más resguardado, donde se ensañaba con ellas apuñalándolas repetidas veces en pecho y espalda. No presentaban agresión sexual. Se desahogaba pateando a sus víctimas (una de las pruebas fueron las huellas de sus botas) hasta cansarse. En una ocasión tumbó el cuerpo de la mujer y saltó encima de ella hasta romperle las costillas.
Su quinta víctima mortal, Jayne Macdonald, desconcertó a la policía, pues era una estudiante de 16 años, no una prostituta como el resto. Esto horrorizó a la población, que pedía la horca para el Destripador. La Policía se temía lo peor y advirtió a la población femenina, ya nadie estaba a salvo del destripador.
Peter Sutcliffe había sido interrogado por la Policía en cuatro ocasiones, siempre tenía una coartada perfecta. Mientras era interrogado se mostraba tranquilo, en ningún momento perdió la calma.
Tras cinco ataques y nueve brutales homicidios, el Destripador dejó de matar durante casi un año. Se sucedieron numerosas hipótesis. Entre ellas el suicidio; si se hubiera llevado su identidad a la tumba, encajaría en la versión moderna de su homólogo victoriano, Jack el Destripador.
El 4 de Abril de 1979 vuelve a matar. Su décima víctima fue Josephine Whitaker de 19 años, recepcionista. Con este hecho saltó la alarma, era la segunda víctima que no se dedicaba a la prostitución. Cualquier mujer que paseara sola de noche corría un serio peligro.
El 4 de Enero de 1981 Peter Sutcliffe confiesa haber matado a 11 mujeres. Expresa su arrepentimiento: "cuando pienso en todas ellas, me doy cuenta del monstruo que soy". Es juzgado y condenado. EL 22 de Mayo de 1981 es sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de 13 mujeres y por el intento de asesinato de otras 7. Todavía hoy la gente se pregunta cómo pudo eludir a la Policía durante más de 5 años y cómo su detención fue fruto de la casualidad. En su declaración, Peter Sutcliffe llegó a reírse cuando contó su entrevista con el policía que tenía la foto de las huellas de sus botas. No se dio cuenta que las llevaba puestas...