un asesino depresivo
Escalero fue un niño raro, de carácter extraño, melancólico, enfermizo, solitario, al que gustaba pasearse por las noches entre las tumbas del cementerio.
En su infancia sufrió impulsos suicidas, tales como tratar de cruzar la carretera cuando pasaba un coche, lo que irritaba a su padre, y por ello, sufrió brutales palizas.
En 1973 ingresó a un reformatorio tras haber robado una motocicleta, y justo al salir de allí, a los 21 años cometió su primer delito de importancia: junto a unos amigos atracó a una pareja en las inmediaciones del cementerio de la Almudena. Violaron a la joven en presencia de su novio, por lo que fue condenado a 12 años de cárcel. En la prisión se cubrió el cuerpo con tatuajes. Algunos con frases tan significativas como: "Naciste para sufrir".
Atormentado por las voces, Escalero inició su desenfrenada carrera asesina. No fue muy lejos en busca de sus víctimas, sino que las eligió entre mendigos y prostitutas. Su primera víctima fue Paula Martínez, una prostituta toxicómana con la que contactó en la calle Capitán Haya, de Madrid. En agosto de 1987, Paula apareció a las afueras de Madrid decapitada y calcinada. "No sé si estaba en un sueño o algo que me pasó por la cabeza. No recuerdo mucho".
Los asesinatos los alternaba con macabras orgías de necrofilia y profanando las tumbas de los cementerios.
De vez en cuando, saltaba las tapias del cementerio de la Almudena y bajo el efecto de la mezcla de alcohol y drogas, rompía algún nicho, sacaba los cuerpos de la fosa y abusaba de ellos sexualmente. Así, se creyó, y posiblemente aún se siga creyendo, que profanaciones tan conocidas en dicho cementerio, como la del 10 de abril de 1986 o la del 13 de noviembre de 1986, eran obra de una secta satánica o algún adorador del Diablo, cuando se trataba de la obra de un asesino en serie psicótico...
Fue juzgado en febrero de 1995. El informe de todos los forenses coincidió en que su peligrosidad continuaba, pero no era responsable de sus actos, el mendigo asesino fue absuelto por enajenación mental, producto de su alcoholismo crónico y su esquizofrenia. En la actualidad, sigue recluido en el psiquiátrico penitenciario de Foncalent en Alicante, y según el personal del centro, no ha vuelto a mostrarse agresivo.