Miedos ¿Qué tan normales son en los niños?
Son muchos los padres que se preocupan por los miedos que tienen sus hijos. Los miedos evolutivos son miedos normales y esperables en el desarrollo infantil.
Estos miedos son transitorios y suelen darse en la mayoría de los niños.
El miedo, como emoción básica, tiene la finalidad de señalizar un peligro y una función en el ser humano (y en el resto de los seres vivos) que es la de protección ante lo que se considera un estímulo amenazante.
La presencia de los miedos evolutivos se considera como una parte del desarrollo emocional normal en los niños. Este tipo de miedos, los evolutivos, cumplen una gran misión en el desarrollo del niño, que es la de crear diferentes estrategias de afrontamiento, lo que le permitirá, a largo plazo, adaptarse a las diferentes situaciones por las que vaya atravesando. Estos temores pueden variar de un niño a otro, pero, por norma general, la mayoría de ellos son universales, es decir, la mayoría de los niños experimentan el mismo tipo de miedo por las diferentes etapas de su desarrollo y suelen comenzar en los primeros meses de vida y desaparecer al inicio de la edad adulta.
Hay diversas clasificaciones del desarrollo de los miedos evolutivos, pero casi todas, suelen coincidir en esta tipología:
De 0 a 2 años: Los ruidos fuertes, las personas desconocidas y ansiedad de separación a los padres. De 2 a 4 años: Miedo a estar solo, oscuridad…
De 5 a 6 años: Personajes imaginarios (fantasmas, monstruos…), animales.
De 6 a 8 años: Accidentes, daño físico: médicos y sangre, desastres meteorológicos.
De 8 a 11 años: Al abandono, a la muerte (propia y de seres queridos), fracaso, relaciones sociales, miedos relacionados con lo académico. Adolescencia: miedo al rechazo, autoimagen. Al ser estos miedos parte del desarrollo emocional normal del niño, el objetivo a la hora de abordarlos no es que desaparezcan, si no que ellos mismos, con ayuda de sus padres, sean capaces de afrontarlos y superarlos.