La sombra negra

Un día estaba grabando mi casa con mi celular, eran aproximadamente las 8:20 p.m. y aún estábamos despiertos: mi mamá, hermano y yo.

Tenía la costumbre de grabar a escondidas lo que mi familia hacía, aunque de vez en cuando se daban cuenta y reían; mi hermano siempre arruinaba gran parte de los vídeos, pero el punto es el siguiente:

Me grababa a mi misma estando en el baño, sé que suena asqueroso pero no estaba haciendo lo típico, solo bailaba, me lavaba la cara y reía diciendo tonterías, mientras la cámara grababa algo qué jamás mostraría a nadie, pronto dejé de grabar para cenar ya qué era la hora, salí del baño y nos pusimos a cenar.

Una media hora después grabé de nuevo para “bajar la panza” (hacer algo para no acostarme llena). Mientras mi mamá usaba el celular y mi hermano jugaba con sus juguetes yo grababa. Cuando terminamos decidí acostarme y echar un vistazo a los vídeos, eran graciosos, pero…note algo peculiar y raro, ya qué jamás nos había pasado algo igual antes. Noté que en el video, cuando salía del baño algo negro y con cuernos pasó rápido hacia la cocina, ya qué teníamos una cocina al costado del baño, pero esa cocina era vieja, me asombró, pero pensé que había sido mi dedo.

Volví a mirar una y otra vez el vídeo para ver sí mi mente no me jugaba alguna broma, aunque después de verlo 5 veces más me levanté alarmada y se lo mostré a mi mamá, quien pensó que era una broma, lo reproduje en cámara lenta y fue igual, pero más claro. Lo extraño y terrorífico es que cuando salí del baño no había visto eso, sólo lo vi en el vídeo, nos dimos cuenta qué tenía cuernos después de verlo algunas veces más. Sin duda fue aterrador, pero mi mamá, para calmar la intensidad, dijo qué era nuestra difunta bisabuela Alondra, aunque sigo pensando que no, que fue algo más.