¿Principe azul?
Las mujeres ya no buscan un cuento de hadas
El romance de los cuentos cada vez va perdiendo más fuerza, las mujeres ya no buscan un principe azul que venga a rescatarlas. Con el paso del tiempo y con las experiencias amorosas estás ideas se van demoronando, las mujeres ya no buscan ser princesas, por el contrario buscan ser guerreras en su vida. ¿Pero porqué las mujeres ya no buscan un principe azul? El desarrollo de las mujeres en todos los ámbitos de la vida ha generado una nueva perspectiva, cada vez buscan ser más independientes y ya no necesitan un hombre que las acompañe y las salve. Por el contrario, buscan un hombre que pueda acompañarlas en sus proyectos y que las valore como mujeres.
Es cierto que en la imaginación pueden visualizar a algún hombre perfecto para sus gustos.
Pero, también tenemos que reconocer que si existiera esa persona que les diera todo en bandeja, sería aburrido.
Las mujeres quieren una vida normal, con personas similares a nosotras, que tengan los pies sobre la tierra. Y estan seguras que muchos pueden hacerlas más felices sin ser esa imagen de sus sueños. La elección es personal
En épocas anteriores las familias buscaban acomodar a sus hijas mujeres con un marido importante. Actualmente ese hábito fue abandonado y nosotras elegimos nuestra pareja a nuestro antojo.
Queda claro que no quieren un príncipe azul sino alguien con quien divertirnos e ir creciendo personal y profesionalmente. Una elección personal basada en preferencias y valores que nada tienen que ver con los antiguos. Las mujeres ya no son sumisas, ya no quieren quedarse en casa sin otra objetivo que satisfacer a su marido. De hecho, muchas ni siquiera tienen en mente formar una familia.
La libertad tiene un precio incalculable para muchas personas y no la abandonaríamos por un hombre imaginado. Muchos tienen que entender que quizá elegimos tener relaciones casuales o menos formales sin que esto nos haga sentir insatisfechas o incompletas. Las mujeres ya no quieren un príncipe azul porque entienden que la verdadera felicidad se consigue con relaciones saludables. La interacción y la conexión entre ambos es lo que interesa. Obviamente habrá discusiones y crisis, pero sobre todo mucho amor y confianza.