“Fronter a”
En el olvido la calle Lirios
Estamos en la línea que divide dos colonias, si cruzo la calle ya es Jardines y si hago lo contrario ya es la Tomás Aznar y ni los líderes de allá ni los líderes de acá le hacen caso a esta pobre calle”, afirmó la señora Juanita Aragón, quien reveló que durante más de 40 años se ha repetido la misma historia.
De acuerdo con la declaración anterior, los vecinos informaron que los servicios básicos sufren las consecuencias del desinterés de los líderes de colonia, diputados y autoridades del H. Ayuntamiento. En torno a las problemáticas, los quejosos señalaron que las labores de bacheo son esporádicas, por lo que los orificios asfálticos son perennes durante el año.
Si bien tal situación afecta el flujo vehicular, los pleitistas de la calle Lirios indicaron que aún siguen esperando que les construyan sus banquetas, lo cual perjudica el tránsito peatonal. “Nunca nos hicieron la banqueta, vinieron a reparar la calle en cierta ocasión y nos dijeron que sí nos las iban a hacer y como hasta ahora, jamás lo hicieron”, recordaron los campechanos. Aunque por fortuna no se han registrado sucesos delictivos en el mentado sector de la urbe campechana, los residentes revelaron que el alumbrado “brilla” por su ausencia.
Y es que al parecer, las luminarias que allí colocan sólo sirven unos cuantas horas porque después todo permanece en oscuridad. “Tantito la componen y al ratito ya no sirven. No sé si nos ponen las lámparas que quitan de otros lugares, pero no tardan las lámparas. Así que mi tía tiene prendido su foquito aquí, mi hermano ya puso otro en su caso y así estamos”, reveló la jefa Claudia Moguel. Para colmo de males, los vecinos de la referida arteria vial “fronteriza”, agregaron que tampoco han visto personal de limpieza y mantenimiento, lo que explica el porqué de la maleza y basura allí presente. Finalmente, los ciudadanos solicitaron la intervención de las autoridades correspondientes para cambiar la imagen de la calle Lirios a la cual durante varios años, todos han menospreciado. “Ojalá esta vez nos presten atención en esta calle”, terminó Rosa Panti.