Síntomas y factores de riesgo
A diferencia de las personas que producen incendios de manera intencionada, el pirómano lo hace por el sentimiento de euforia o excitación que le produce el fuego. Sus conductas pueden empezar durante la infancia y pasan a ser crónicas o episódicas en la edad adulta. Los síntomas incluyen: —Provocación recurrente de incendios intencionados por el placer o gratificación de hacerlo. —Fascinación por el fuego y todo lo relacionado. —Tensión antes de provocar un incendio. —Sensación de alivio al consumar el incendio. —Deseo de participar como voluntarios a la hora de extinguir incendios. —Sensación de bienestar al observar los efectos destructivos del fuego. —Dificultades para afrontar el estrés. —Conflictos interpersonales. —Sentimientos de ira o tristeza. —Pensamientos suicidas.
Factores de riesgo:
La piromanía puede afectar a cualquier persona, pero es más común en los hombres. Se puede presentar a cualquier edad, inclusive en la primera infancia. Además de estas causas, otros factores de riesgo incluyen: —Antecedentes familiares de piromanía o trastornos del control de impulsos —Abuso de sustancias —Dificultad de aprendizaje y falta de habilidades sociales —Acontecimientos traumáticos o estresantes —Presión de grupo (amigos que fuman o juegan con fuego), etc.