Rey Bizarro
Por algunos instantes permíteme controlar tus pensamientos, permíteme solo un momento de tu atención para espantarte y atemorizarte, permíteme encaminarte por el sendero del terror .... ¿crees que podamos?
Quiero que respires muy profundamente... olvídate de todo, centra tu mente y tu atención en mis palabras, te pido olvidarte de la vida cotidiana y de sus problemas, te pido ampliar tus horizontes, ruego para que despejes tu mente y déjate hundir en esta espiral de terror, déjate hipnotizar por cada una de mis palabras, déjate de llevar por la magia de las letras y sus poderes oscuros. Ahora que estas preparado, comencemos. Imagínate a la peor de las aberraciones existentes, imagina al peor demonio, imagina al mas grotesco, al mas blasfemo, al mas bizarro de todos los seres que habitan este universo. Imagina su horrible rostro descarnado y mutilado, carente de rasgos humanos, mira fijamente sus ojos rojos, saltones e imposibilitados para expresar otro sentimiento más que odio. Desliza tus yemas a través de los pliegues de su carne putrefacta, acaricia sus brazos delgados y esqueléticos, ¡imagina sus garras! largas y frías, observa y siente sus retorcidas uñas negras, las cuales no dudara en clavar en sus victimas. ¿Puedes oler esa fetidez? es una peste ocre, maloliente y repulsiva, parece algo podrido o en extremo estado de putrefacción, es un olor húmedo con presencia de hongos y moho, es un bao acido, un bao mortal que embriaga, un bao que escapa de esa entreabierta boca colosal, de gruesos labios amoratados y amarillentos colmillos, su cuerpo es gigantesco, sus patas son de cabrio al igual que las de los faunos y un par de alas negras, pequeñas y atrofiadas esparcen sus plumas por el suelo, incapaces de alzar por los aires la mole de desquiciada blasfema.
Este bizarro ángel que acabamos de imaginar es rey en una lejana tierra fuera de los confines del hombre, habita en su castillo de ébano muy lejos de nosotros y nuestra realidad, pero no siempre será así, no existe ninguna atadura que le impida venir hacia nosotros, e incluso puede ser que mientras lees estas palabras él este contigo, su presencia caótica te acompaña a tus espaldas, observándote con sus gigantescos ojos escarlatas desde las penumbras, ¿eres capaz de continuar leyendo sin volver la vista por encima de tu hombro para cerciorarte de tu seguridad?. Si acaso logre un poco mi cometido, de causar temor en tu corazón, hoy por la noche cuando estés a punto de dormir mis palabras vendrán a tu mente y estarán acompañadas del recuerdo intranquilizante del grotesco ser producido por tu imaginación y mi descripción.