Tolerancia religiosa
La tolerancia religiosa es conocida ahora en muchos círculos filosóficos como la "Nueva Tolerancia". Esta es la posición políticamente correcta de que todas las creencias y estilos de vida deben ser aceptados sin importar lo ilógicos o equivocados que estén. La posición bíblica y tradicional de la tolerancia en el cristianismo es la de ser tolerante con todas las personas y creencias religiosas, pero intolerante con el pecado. El diccionario Webster define la palabra tolerancia como "reconocer y respetar otras creencias, prácticas, sin compartirlas," y "soportar o aguantar a alguien o algo que no es de especial agrado."
Esta actitud es básicamente lo que Pablo expresó en 1ra de Corintios 13:7 cuando dijo que el amor "siempre persevera". La tolerancia tradicional es perfectamente compatible con mandamientos bíblicos como el siguiente: "Con toda humildad y mansedumbre, soportándonos con paciencia los unos a los otros en amor". "Antes, sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó" (Efesios 4:32). "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros" (Colosenses 3:13).
El surgimiento de la filosofía de la Nueva Tolerancia, al cambiar simplemente la definición de una manera sutil y fusionar la conducta que requiere tolerancia con la persona misma, ha puesto de cabeza el concepto de tolerancia religiosa.
Este cambio sutil en la definición está basado en la filosofía de la verdad relativa. La verdad relativa niega la creencia de que algunas creencias son verdaderas y otras falsas. Como resultado, todas las creencias son igualmente válidas y todas deben ser aceptadas. La Tolerancia Religiosa y la filosofía de la Nueva de Tolerancia están construidas sobre una base de verdad relativa y relativismo cultural.