¿Cómo evitar el contagio?
Para no tener que recurrir constantemente a los productos químicos, que deben reservarse exclusivamente para cuando se ven los piojos, pueden seguirse algunos hábitos de higiene que ayudan a evitar la infestación:
1. Revisar el pelo una o dos veces por semana y pasar el peine lendrero.
2. Peinar el pelo dos veces al día.
3. Lavar cepillos y peines una vez por semana (dejar 10 minutos en agua hirviendo).
4. No intercambiar objetos personales: cepillos, peines, clips, gomas para el cabello, gorras, bufandas, cascos, etc.
5. No utilizar los tratamientos anti-piojos (pediculicidas) como preventivo, ya que favorece la resistencia.
Es importante avisar enseguida a la escuela de la aparición de los piojos e intentar no llevar al niño o niña hasta que los hayas eliminado. Algunas reinfestaciones se producen, precisamente, porque hay padres que no siguen estas normas. Aunque también los hay que no quieren utilizar productos pediculicidas, por lo que los piojos no desaparecen y toda la clase sufre reinfestaciones. Además de estos hábitos, se pueden seguir también algunos consejos populares como el uso del vinagre de manzana. Solo tienes que mezclar media taza de vinagre con media de agua y enjuagar el pelo. Esto no eliminará los piojos, pero ayuda a desenganchar las liendres y crear un clima hostil al parásito. Hacer esto una vez cada determinado tiempo evitaría las molestas infestaciones.