Dividida
La Iglesia de EEUU por acusaciones contra el papa
La controversia sobre un supuesto encubrimiento de alto nivel sobre abusos sexuales de la Iglesia en Estados Unidos, ha revelado una profunda brecha entre los obispos estadounidenses, que refleja tanto el daño causado por los escándalos de pedofilia que sacudieron al Vaticano como la actual división política del país.
El arzobispo Carlo María Vigano, enviado del Vaticano en Washington entre 2011 y 2016, desató una tormenta cuando afirmó la semana pasada que el papa Francisco ignoró sus advertencias en 2013 sobre presuntos abusos cometidos por el prominente cardenal estadounidense Theodore McCarrick. En julio, el pontífice aceptó la renuncia de McCarrick, que ahora tiene 88 años y ha sido acusado de comportamiento "gravemente inmoral" con seminaristas y sacerdotes.
Las declaraciones de Vigano han aumentado las especulaciones sobre una campaña contra el pontífice por parte de conservadores de la Iglesia en Estados Unidos, donde vive la cuarta población católica más grande del mundo, según datos del gobierno de Estados Unidos.
"Es un momento de confusión para todos nosotros", dice Paul Elie, investigador del Centro Berkley para la Religión, la Paz y Asuntos Mundiales en la Universidad Georgetown, una universidad católica en la capital del país.
De un lado, cardenales como el progresista Joseph Tobin de Newark, Blase Cupich de Chicago y Robert McElroy de San Diego se apresuraron a la defensa del pontífice, denunciando a Vigano como un "guerrero ideológico" conservador.
Pero otras figuras de la Iglesia, como los obispos Joseph Strickland de Texas y David Konderla de Oklahoma se unieron al cardenal Raymond Burke, un testaferro estadounidense conservador en el Vaticano, para respaldar las afirmaciones de Vigano.
Algunos expertos dicen que la difusión pública de la polémica del Vaticano, que generalmente se mantiene a puertas cerradas, refleja un Estados Unidos polarizado y la política altamente divisiva que siguió a la elección del presidente Donald Trump.
Afronta “sereno” las acusaciones
Por su parte el Papa Francisco afronta “sereno” la que es, quizás, la peor crisis de su pontificado, luego de la acusación.
“El Papa está sereno. Él es una gran gracia, incluso frente a estas cosas que obviamente crean tanta amargura y también inquietud, pero él tiene la capacidad de tener un acercamiento muy sereno”, aseguró el cardenal secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.