Protestan contra derribo de mezquita
La imprudencia de funcionarios locales de Beijing, China, causó una inusual protesta pública de miles de musilmanes hui este mes, dijeron el jueves las autoridades chinas, que no se pronunciaron sobre el posible derribo de una gran mezquita en una región del noroeste.
Las tensiones en la ciudad de Weizhou, donde miles de personas protestaron a principios de agosto para evitar que las autoridades derribasen la imponente Gran Mezquita, se disiparon, según la gobernadora de Ningxia y un funcionario regional del Partido Comunista. Las protestas fueron una inusual muestra de resistencia contra los esfuerzos del partido único para dictar cómo debe practicarse la religión.
"Las acciones imprudentes del gobierno local provocaron el incidente", dijo Bai Shangcheng, director general del comité regional del Partido Comunista que supervisa a los grupos religiosos, en una conferencia de prensa en Beijing. Las autoridades locales recibieron la orden de revisar lo ocurrido y “gestionarlo de forma apropiada y de acuerdo a la ley”, agregó.
La protesta de Weizhou coincide con la pérdida de libertades entre los grupos religiosos ante la iniciativa del gobierno para “sinificar” las religiones, haciendo que los fieles prioricen su compromiso con el ateo Partido Comunista.
Las mezquitas y las iglesias han sido despojadas de la imaginería religiosa y los niños tibetanos fueron trasladados de los templos budistas a escuelas.